/ lunes 6 de julio de 2020

En la pandemia, ¿Quién es el importante?

Cómo se tomó de sorpresa al pueblo, y al sector gobierno, pues esto ha originado muchas polémicas y contrasentidos, por los valores y realidades de todos, lo público, privado, social, comercial, turístico, familiar, social, y ¿a quién se debe de privilegiar?, tanto como importancia social como económica, y no es tema que ataque, solamente el conflictivo grillo lo hace, aparentar ser la víctima, y es importante partir de estas ideas para entender lo que pasa actualmente en realidad, sin tantas fachadas armadas o maquilladas, como es la tradicional costumbre, por cierto , pésima, se nota lo falso a más no poder.

Como sociedad y políticamente hablando, somos seres humanos, personas, hombres, mujeres y personas con otras preferencias y nuevas formas de ser, y con la farsa social del dizque clases sociales, la que se vuelve discriminatoria para el pueblo, y nosotros mismos lo hacemos, y ríase, con unas caritas de perdonavidas, y criticando que otros no sean de su clase, lo que acepto, no soy tan hojaldra (albur), como se demuestra con el paso del tiempo, puras apariencias, aire de frijol procesado, oloroso, y feo.

Retomando la idea, es muy necesario plantear los grupos económicos, que son los que se consideran los elegidos para ordenar en la sociedad y en la política, por ser los empresarios, y si junta los problemáticos y hambrientos grillos, es una mezcla muy dañina para las mayorías, quiéralo o no, por la razón de que ambos viven del pueblo, de una manera u otra, y como se juntan en grupúsculos, entonces se pone rancio el ambiente, solo los elegidos, y ha sido por siempre, mas esta pandemia demostró muchas cosas, a favor y en contra, ya que si señala la economía, de los grupos selectos, no lo dudo, pero estos viven de nosotros los clientes o compradores, lo llamado, el público, como cosa impersonal y sin importancia, un factor x, que solo sirve para comprar, y ya, no para opinar, aunque sea el que pague y le cueste.

Si grita que son las fuentes de empleo, también es cierto, pero aun sin fuentes, hay gente, comerciantes en pequeño, artesanos, que viven de su trabajo, hasta los boleros, costureras, carpinteros, carniceros, taqueros, y más que no quiero dejar de comentar, y considerando que supuestamente las empresas son las grandes dirigencias de la sociedad, sus números, su bolsa de valores, y estadísticas, y supuestamente el pago de impuestos, que en proporciones somos más los empleados que pagamos impuesto que en cantidades, pues son las cifras más seguras, y ni los arreglos, condonaciones de impuestos, risas y ganancias extras, saber trabajar la plaza, y castigar al que se oponga, matarlo de preferencia, y mantenernos con los mínimos para comer, esa es la máxima aspiración en general, y si le echamos peso, con la vanidad de cada uno, bien trabajada, pues no se hace conciencia social, solo intereses y grupo convencional, riqueza en secreto.

Pero si quitamos a los pobres empresarios, la pregunta necia sería ¿y la gente?, ¿de qué viven?, ¿cuánto aguantan?, ¿Qué necesitan?, y le aseguro la respuesta, ¡cada quien se rasque con sus uñas!, ¡a mí que!, ¡el que se muera que lo entierren!, ¡ entre menos burros más olotes!, como totales desconocidos y en las campañas, nos dirigiremos con palabras dulces ¡LOS MAS DESPROTEGIDOS!, ¡LOS GRUPOS VULNERABLES!, ¡LAS ENCANTADORAS CLASES SOCIALES!, y toda la sarta de cosas que quiera el lector agregarles, o las que me echen, se las agregamos, y les suplicamos el voto, con una ternura, uts, aparte de señalarles que son como niños que no saben de política y uno si, que callen y no la hagan de pedo, que aguanten, paguen o con sobornar a dos o tres fáciles, por cierto como dice la broma, ¡más fáciles que una sexoservidora ante dos billetes de 500!, unos encantos.

VICTOR SANTINI REZA

PARA ACOMPAÑAR DE UN CAFÉ


Cómo se tomó de sorpresa al pueblo, y al sector gobierno, pues esto ha originado muchas polémicas y contrasentidos, por los valores y realidades de todos, lo público, privado, social, comercial, turístico, familiar, social, y ¿a quién se debe de privilegiar?, tanto como importancia social como económica, y no es tema que ataque, solamente el conflictivo grillo lo hace, aparentar ser la víctima, y es importante partir de estas ideas para entender lo que pasa actualmente en realidad, sin tantas fachadas armadas o maquilladas, como es la tradicional costumbre, por cierto , pésima, se nota lo falso a más no poder.

Como sociedad y políticamente hablando, somos seres humanos, personas, hombres, mujeres y personas con otras preferencias y nuevas formas de ser, y con la farsa social del dizque clases sociales, la que se vuelve discriminatoria para el pueblo, y nosotros mismos lo hacemos, y ríase, con unas caritas de perdonavidas, y criticando que otros no sean de su clase, lo que acepto, no soy tan hojaldra (albur), como se demuestra con el paso del tiempo, puras apariencias, aire de frijol procesado, oloroso, y feo.

Retomando la idea, es muy necesario plantear los grupos económicos, que son los que se consideran los elegidos para ordenar en la sociedad y en la política, por ser los empresarios, y si junta los problemáticos y hambrientos grillos, es una mezcla muy dañina para las mayorías, quiéralo o no, por la razón de que ambos viven del pueblo, de una manera u otra, y como se juntan en grupúsculos, entonces se pone rancio el ambiente, solo los elegidos, y ha sido por siempre, mas esta pandemia demostró muchas cosas, a favor y en contra, ya que si señala la economía, de los grupos selectos, no lo dudo, pero estos viven de nosotros los clientes o compradores, lo llamado, el público, como cosa impersonal y sin importancia, un factor x, que solo sirve para comprar, y ya, no para opinar, aunque sea el que pague y le cueste.

Si grita que son las fuentes de empleo, también es cierto, pero aun sin fuentes, hay gente, comerciantes en pequeño, artesanos, que viven de su trabajo, hasta los boleros, costureras, carpinteros, carniceros, taqueros, y más que no quiero dejar de comentar, y considerando que supuestamente las empresas son las grandes dirigencias de la sociedad, sus números, su bolsa de valores, y estadísticas, y supuestamente el pago de impuestos, que en proporciones somos más los empleados que pagamos impuesto que en cantidades, pues son las cifras más seguras, y ni los arreglos, condonaciones de impuestos, risas y ganancias extras, saber trabajar la plaza, y castigar al que se oponga, matarlo de preferencia, y mantenernos con los mínimos para comer, esa es la máxima aspiración en general, y si le echamos peso, con la vanidad de cada uno, bien trabajada, pues no se hace conciencia social, solo intereses y grupo convencional, riqueza en secreto.

Pero si quitamos a los pobres empresarios, la pregunta necia sería ¿y la gente?, ¿de qué viven?, ¿cuánto aguantan?, ¿Qué necesitan?, y le aseguro la respuesta, ¡cada quien se rasque con sus uñas!, ¡a mí que!, ¡el que se muera que lo entierren!, ¡ entre menos burros más olotes!, como totales desconocidos y en las campañas, nos dirigiremos con palabras dulces ¡LOS MAS DESPROTEGIDOS!, ¡LOS GRUPOS VULNERABLES!, ¡LAS ENCANTADORAS CLASES SOCIALES!, y toda la sarta de cosas que quiera el lector agregarles, o las que me echen, se las agregamos, y les suplicamos el voto, con una ternura, uts, aparte de señalarles que son como niños que no saben de política y uno si, que callen y no la hagan de pedo, que aguanten, paguen o con sobornar a dos o tres fáciles, por cierto como dice la broma, ¡más fáciles que una sexoservidora ante dos billetes de 500!, unos encantos.

VICTOR SANTINI REZA

PARA ACOMPAÑAR DE UN CAFÉ