/ viernes 22 de diciembre de 2023

Degustando La Vida | Vivamos está Navidad rodeados de amor y felicidad

Cuando somos niños y llegamos a la época navideña nos emocionan las luces que prenden y apagan brillantes en los árboles y creemos que es una época llena de esperanza y felicidad, que la fantasía de la época no terminará jamás; sin embargo, conforme pasa el tiempo y nuestra mente va madurando, nos damos cuenta de la realidad, descubrimos que esa felicidad y esa fantasía no son más que meras ilusiones que muchos aprovechan para ocultar lo crítica de la situación en la que se encuentran, para muchos otros sólo representa un gasto innecesario, otros ven la fecha como un día más en sus aburridas vidas, pero para muchos otros, el fin de año no es el final…

Es el momento de desear felicidad a todos aquellos que nos desearon mal, es comenzar de nuevo, hacer nuevos amigos, conocer nuevas personas, obtener un nuevo empleo y porque no tener un nuevo amor, todo depende de que nosotros queramos cambiar esa vida llena de malas decisiones y convertirla en buenas acciones, y cada que llegue nuevamente el fin de año ponernos nuevas pruebas para el año que recién comienza, fortalecer las relaciones pasadas y nuevamente comenzar de nuevo… siempre deseando ser mejor que la vez anterior hasta sentir que somos una nueva persona.

En esta época del año, donde las emociones están a flor de piel y donde todos corrimos de aquí para allá, buscando el mejor regalo, ojalá nos alcance el tiempo para decirle a esa persona, cuán especial es para nosotros y ofrecerle disculpas si alguna vez la ofendimos. Navidad, hace de diciembre el mes de las reconciliaciones, de la unión, de la solidaridad; sin lugar a dudas la Navidad hace de Diciembre un mes especial, y es que en medio de un mundo convulsionado, Diciembre brinda la oportunidad perfecta para escapar por un instante de la tensión, oportunidad perfecta para experimentar un poco de paz. Que esta Navidad sea tu propósito el comenzar a construir una verdadera familia, que el tiempo sea compartido entre tus responsabilidades laborales y la responsabilidad de tu hogar, que tu vida deje de ser tan monótona y fría y se llene de paz y calor a través del amor incondicional a los tuyos y a los que te rodean. La Navidad es, sin lugar a dudas, una fecha sumamente especial para el mundo entero independiente de nuestras creencias y de la visión que tengamos en torno a ella, es un día que logra movilizarnos en distinta medida, reencantándonos con su significado y motivándonos a recrear, para quienes la celebramos, un ambiente lo más festivo y armónico posible en compañía de nuestros seres más queridos y cercanos. Si hay algo que nos caracteriza como seres humanos, sobre todo en estos días, es el hecho de andar a menudo con mucha prisa, sin contar con mucho tiempo para dedicarlo a la organización de una instancia de reunión como es la Navidad. Es por esto que es muy frecuente dejarnos llevar por la urgencia extrema que acompaña la celebración de este día, realizando a menudo grandes gastos personales traducidos, entre otras, en la compra de una gran cantidad de presentes a diversos tipos de personas de modo de hacerlas sentir lo más contentas y conformes con esta celebración.

La Navidad, más allá de la celebración y de los regalos, es una gran oportunidad para conectarnos con nosotros mismos y reflexionar de forma sencilla en torno al verdadero espíritu que encierra esta fecha.

Steve Sánchez Ribota

Cuando somos niños y llegamos a la época navideña nos emocionan las luces que prenden y apagan brillantes en los árboles y creemos que es una época llena de esperanza y felicidad, que la fantasía de la época no terminará jamás; sin embargo, conforme pasa el tiempo y nuestra mente va madurando, nos damos cuenta de la realidad, descubrimos que esa felicidad y esa fantasía no son más que meras ilusiones que muchos aprovechan para ocultar lo crítica de la situación en la que se encuentran, para muchos otros sólo representa un gasto innecesario, otros ven la fecha como un día más en sus aburridas vidas, pero para muchos otros, el fin de año no es el final…

Es el momento de desear felicidad a todos aquellos que nos desearon mal, es comenzar de nuevo, hacer nuevos amigos, conocer nuevas personas, obtener un nuevo empleo y porque no tener un nuevo amor, todo depende de que nosotros queramos cambiar esa vida llena de malas decisiones y convertirla en buenas acciones, y cada que llegue nuevamente el fin de año ponernos nuevas pruebas para el año que recién comienza, fortalecer las relaciones pasadas y nuevamente comenzar de nuevo… siempre deseando ser mejor que la vez anterior hasta sentir que somos una nueva persona.

En esta época del año, donde las emociones están a flor de piel y donde todos corrimos de aquí para allá, buscando el mejor regalo, ojalá nos alcance el tiempo para decirle a esa persona, cuán especial es para nosotros y ofrecerle disculpas si alguna vez la ofendimos. Navidad, hace de diciembre el mes de las reconciliaciones, de la unión, de la solidaridad; sin lugar a dudas la Navidad hace de Diciembre un mes especial, y es que en medio de un mundo convulsionado, Diciembre brinda la oportunidad perfecta para escapar por un instante de la tensión, oportunidad perfecta para experimentar un poco de paz. Que esta Navidad sea tu propósito el comenzar a construir una verdadera familia, que el tiempo sea compartido entre tus responsabilidades laborales y la responsabilidad de tu hogar, que tu vida deje de ser tan monótona y fría y se llene de paz y calor a través del amor incondicional a los tuyos y a los que te rodean. La Navidad es, sin lugar a dudas, una fecha sumamente especial para el mundo entero independiente de nuestras creencias y de la visión que tengamos en torno a ella, es un día que logra movilizarnos en distinta medida, reencantándonos con su significado y motivándonos a recrear, para quienes la celebramos, un ambiente lo más festivo y armónico posible en compañía de nuestros seres más queridos y cercanos. Si hay algo que nos caracteriza como seres humanos, sobre todo en estos días, es el hecho de andar a menudo con mucha prisa, sin contar con mucho tiempo para dedicarlo a la organización de una instancia de reunión como es la Navidad. Es por esto que es muy frecuente dejarnos llevar por la urgencia extrema que acompaña la celebración de este día, realizando a menudo grandes gastos personales traducidos, entre otras, en la compra de una gran cantidad de presentes a diversos tipos de personas de modo de hacerlas sentir lo más contentas y conformes con esta celebración.

La Navidad, más allá de la celebración y de los regalos, es una gran oportunidad para conectarnos con nosotros mismos y reflexionar de forma sencilla en torno al verdadero espíritu que encierra esta fecha.

Steve Sánchez Ribota