/ domingo 5 de febrero de 2023

"Cuando consumo, escucho voces": la droga H vuelve “zombies” a los adictos pobres de Ecuador

LA “H” contiene cal, cemento, éter, veneno para ratas y hasta ketamina

Rina deambula semidesnuda y descalza junto a un basurero de la ciudad portuaria de Guayaquil. Está bajo el efecto de la "H", una droga barata, adictiva y en auge entre los más pobres de Ecuador.

La imagen fue registrada en video en vísperas de Año Nuevo y llegó a manos de funcionarios de salud municipales que acudieron a rescatarla.

"Cuando consumo, escucho voces", dice a la AFP la joven de 24 años que no da su nombre real. Ahora está postrada en una clínica de la ciudad donde sigue un tratamiento de desintoxicación, el segundo en menos de un año.

Rina robó y se prostituyó para comprar "H", un polvo blanco a base de heroína que se vende a un dólar cada gramo, mientras que el de cocaína oscila entre tres y cinco dólares.

La "H" es más barata pero también más tóxica.

"Hemos encontrado cal, cemento, éter, veneno para ratas y hasta ketamina, un analgésico usado en caballos", explica la siquiatra Julieta Sagñay, del Instituto de Neurociencias, una oenegé guayaquileña que atiende a adictos.

En Guayaquil, con casi tres millones de habitantes y centro logístico del narcotráfico, se decomisaron 162 kilogramos de esta droga sintética en 2022, según datos oficiales.

Sagñay recibe cada vez más consumidores de "H", aquejados por un deterioro peor que cualquiera de sus otros pacientes.

"Si alguien ha visto a los zombis de Filadelfia (en Estados Unidos), donde hay adictos caminando doblados, eso ya lo tenemos en Guayaquil", asegura la especialista, con más de 30 años de experiencia en adicciones.

Tras seis meses de consumo, un "hachero" mueve las piernas de manera incesante, se rasca, no duerme ni come.

Y la "mona", o síndrome de abstinencia, es tan letal, señala Sagñay, que no se soporta sin un tratamiento farmacológico de al menos ocho días.

- Clínicas "nazis" -

Guayaquil tiene tres clínicas públicas para adicciones que no dan abasto. La oferta privada supera la treintena, pero pueden costar hasta 700 dólares mensuales en un país con un sueldo mínimo de 450.

Por eso, cuando la adicción los carcome, algunos "hacheros" se entregan desesperados a centros clandestinos de desintoxicación.

"Me pegaban, me metían en un balde de agua fría y comíamos cabezas de pollo todos los días", recuerda Hugo Mora, quien hace unos cuatro años estuvo en una clínica ilegal sucia, lúgubre y sin ventanas en la que pagaba 150 dólares mensuales por dejar de aspirar o fumar "H".

No lo logró.

Este vendedor informal de 24 años lleva una semana internado en el Hospital Municipal Bicentenario de Guayaquil, luego de pasar por dos clínicas "nazis", como llama a las clandestinas por sus métodos macabros: golpes, encierro y dietas de hambre.

Allí son frecuentes los incendios, provocados por los mismos pacientes en intentos por escapar. En 2019 fallecieron 18 personas, luego de que prendieran fuego a unos colchones en un clamor de auxilio.

Mora se siente más aliviado desde que está en el Bicentenario, según cuenta a la AFP desde su camilla en un salón amplio de paredes blancas y 14 camas, de las cuales once están ocupadas.

Este hospital recibe hasta 150 pacientes diarios y el 90% es por consumo de "H", dijeron las autoridades.

- Enfermos y perseguidos -

El cóctel de la "H" contiene menos de 3% de heroína, estima Segundo Romero, psicólogo forense y policía retirado.

"Como hay tan poca droga pura, el adicto necesita consumir más y compra más", sostiene.

De un gramo de heroína, el microtraficante obtiene 40 de la "H", un mejunje que provoca síntomas psicóticos y alucinaciones.

En Durán, una ciudad ubicada frente a Guayaquil, el Cerro Las Cabras es conocido como un supermercado de drogas, donde el expendio de "H" mueve hasta un millón de dólares al mes, según cálculos oficiales.

De su época policial, Romero guarda en la memoria una postal siniestra de la "H".

En una prisión encontró a varios reclusos amainados y con sus rostros cubiertos de polvo. "Como no tenían más droga, habían rasguñado las paredes y se metieron pintura blanca en las fosas nasales", recuerda.

Según el centro de investigación Insight Crime, la "H" se instaló en Guayaquil hacia 2011, de la mano de colombianos que buscaban ampliar el mercado de la heroína. Del boom actual se lucran bandas locales que se disputan el negocio a sangre y fuego.

➡️ Suscríbete a nuestro Newsletter y recibe las notas más relevantes en tu correo

Un pandillero de 13 años, macilento y que se estrenó en las drogas con la "H", responde a cuentagotas las preguntas del doctor en el Bicentenario.

Oriundo de la provincia de Esmeraldas, fronteriza con Colombia, llegó hace unos días implorando auxilio ante su adicción a múltiples sustancias.

Familiares temen hospitalizarlo y que sea presa fácil de los narcotraficantes.

"Al hermano mayor ya lo mataron y a él ahora lo persiguen los de la banda contraria", deplora su tío bajo condición de anonimato.



ESCUCHA EL PODCAST⬇️

Disponible en: Acast, Spotify, Apple Podcasts, Google Podcasts, Deezer y Amazon Music

Rina deambula semidesnuda y descalza junto a un basurero de la ciudad portuaria de Guayaquil. Está bajo el efecto de la "H", una droga barata, adictiva y en auge entre los más pobres de Ecuador.

La imagen fue registrada en video en vísperas de Año Nuevo y llegó a manos de funcionarios de salud municipales que acudieron a rescatarla.

"Cuando consumo, escucho voces", dice a la AFP la joven de 24 años que no da su nombre real. Ahora está postrada en una clínica de la ciudad donde sigue un tratamiento de desintoxicación, el segundo en menos de un año.

Rina robó y se prostituyó para comprar "H", un polvo blanco a base de heroína que se vende a un dólar cada gramo, mientras que el de cocaína oscila entre tres y cinco dólares.

La "H" es más barata pero también más tóxica.

"Hemos encontrado cal, cemento, éter, veneno para ratas y hasta ketamina, un analgésico usado en caballos", explica la siquiatra Julieta Sagñay, del Instituto de Neurociencias, una oenegé guayaquileña que atiende a adictos.

En Guayaquil, con casi tres millones de habitantes y centro logístico del narcotráfico, se decomisaron 162 kilogramos de esta droga sintética en 2022, según datos oficiales.

Sagñay recibe cada vez más consumidores de "H", aquejados por un deterioro peor que cualquiera de sus otros pacientes.

"Si alguien ha visto a los zombis de Filadelfia (en Estados Unidos), donde hay adictos caminando doblados, eso ya lo tenemos en Guayaquil", asegura la especialista, con más de 30 años de experiencia en adicciones.

Tras seis meses de consumo, un "hachero" mueve las piernas de manera incesante, se rasca, no duerme ni come.

Y la "mona", o síndrome de abstinencia, es tan letal, señala Sagñay, que no se soporta sin un tratamiento farmacológico de al menos ocho días.

- Clínicas "nazis" -

Guayaquil tiene tres clínicas públicas para adicciones que no dan abasto. La oferta privada supera la treintena, pero pueden costar hasta 700 dólares mensuales en un país con un sueldo mínimo de 450.

Por eso, cuando la adicción los carcome, algunos "hacheros" se entregan desesperados a centros clandestinos de desintoxicación.

"Me pegaban, me metían en un balde de agua fría y comíamos cabezas de pollo todos los días", recuerda Hugo Mora, quien hace unos cuatro años estuvo en una clínica ilegal sucia, lúgubre y sin ventanas en la que pagaba 150 dólares mensuales por dejar de aspirar o fumar "H".

No lo logró.

Este vendedor informal de 24 años lleva una semana internado en el Hospital Municipal Bicentenario de Guayaquil, luego de pasar por dos clínicas "nazis", como llama a las clandestinas por sus métodos macabros: golpes, encierro y dietas de hambre.

Allí son frecuentes los incendios, provocados por los mismos pacientes en intentos por escapar. En 2019 fallecieron 18 personas, luego de que prendieran fuego a unos colchones en un clamor de auxilio.

Mora se siente más aliviado desde que está en el Bicentenario, según cuenta a la AFP desde su camilla en un salón amplio de paredes blancas y 14 camas, de las cuales once están ocupadas.

Este hospital recibe hasta 150 pacientes diarios y el 90% es por consumo de "H", dijeron las autoridades.

- Enfermos y perseguidos -

El cóctel de la "H" contiene menos de 3% de heroína, estima Segundo Romero, psicólogo forense y policía retirado.

"Como hay tan poca droga pura, el adicto necesita consumir más y compra más", sostiene.

De un gramo de heroína, el microtraficante obtiene 40 de la "H", un mejunje que provoca síntomas psicóticos y alucinaciones.

En Durán, una ciudad ubicada frente a Guayaquil, el Cerro Las Cabras es conocido como un supermercado de drogas, donde el expendio de "H" mueve hasta un millón de dólares al mes, según cálculos oficiales.

De su época policial, Romero guarda en la memoria una postal siniestra de la "H".

En una prisión encontró a varios reclusos amainados y con sus rostros cubiertos de polvo. "Como no tenían más droga, habían rasguñado las paredes y se metieron pintura blanca en las fosas nasales", recuerda.

Según el centro de investigación Insight Crime, la "H" se instaló en Guayaquil hacia 2011, de la mano de colombianos que buscaban ampliar el mercado de la heroína. Del boom actual se lucran bandas locales que se disputan el negocio a sangre y fuego.

➡️ Suscríbete a nuestro Newsletter y recibe las notas más relevantes en tu correo

Un pandillero de 13 años, macilento y que se estrenó en las drogas con la "H", responde a cuentagotas las preguntas del doctor en el Bicentenario.

Oriundo de la provincia de Esmeraldas, fronteriza con Colombia, llegó hace unos días implorando auxilio ante su adicción a múltiples sustancias.

Familiares temen hospitalizarlo y que sea presa fácil de los narcotraficantes.

"Al hermano mayor ya lo mataron y a él ahora lo persiguen los de la banda contraria", deplora su tío bajo condición de anonimato.



ESCUCHA EL PODCAST⬇️

Disponible en: Acast, Spotify, Apple Podcasts, Google Podcasts, Deezer y Amazon Music

Juárez

¿En mayo no recibiste tus utilidades? Acude por tu solicitud de conciliación

Únicamente tienen que tener 60 días los trabajadores para poder recibir las utilidades

Parral

Continúa el pronóstico de viento en Parral, se esperan rachas de hasta 55 km/h

La temperatura máxima esperada para hoy será ligeramente más baja que el martes, con 29 grados centígrados

Parral

Derrama económica por exportación de madera disminuye 60% en Parral

Desarrollo Económico Municipal lo atribuye a la fuga de madera que se está yendo por Sinaloa ante la ausencia de inversión federal para mejorar las carreteras de la región

Parral

Afecta a 800 transportistas malas condiciones de la carretera Guadalupe y Calvo-Parral

Sufren ponchaduras de neumáticos y se truenan los muelles; este tramo requiere modificaciones y reparaciones, pero está olvidado por los gobiernos federales: Conatram

Parral

"Nuestros niños son el futuro": maestro enseña a indígenas en Parral desde hace 32 años

Javier Ramírez, originario de Roachachi, salió de su comunidad con el objetivo de enseñar a niños indígenas sin hacer a un lado su identidad cultural y tradiciones

Parral

Atienden rezago educativo en 15 alumnos de asentamiento indígena

Son casos donde los menores se quedan solos en sus hogares, pues no existe quién los apoye en sus tareas, afirma la directora de la escuela "Mati Sike" del albergue San Andrés