/ martes 15 de marzo de 2022

Alza de precios en alimentos amenaza con aumentar la hambruna en el mundo

De acuerdo con la ONU, el número de personas con hambre puede aumentar en 13 millones en 2022

La guerra en Ucrania está generando daños colaterales en otras partes del mundo al disparar los precios de los alimentos, lo que amenaza con aumentar la hambruna en los países más pobres y poner en jaque la soberanía alimentaria muchas otras naciones.

Debido a las perturbaciones de la cadena de suministro agrícola en Ucrania y Rusia, grandes exportadores de cereales, los precios del trigo, el maíz, la cebada, el aceite de girasol y los fertilizantes se disparado a nivel mundial, de acuerdo con organismos internacionales.

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Rusia es el mayor exportador de trigo y Ucrania el quinto, y ambos proporcionan el 19 por ciento del suministro de cebada, el 14 por ciento del trigo y el 4 por ciento del maíz del mundo, y venden el 52 por ciento del aceite de girasol mundial.

Mientras que las potencias mundiales se esfuerzan en encontrar mecanismos para aumentar la producción de energéticos como el petróleo y el gas, hacer lo mismo con los granos es complicado porque casi un tercio de las exportaciones mundiales de cereales vienen de Rusia y Ucrania, lo cual ha inflado los precios del pan, el alimento para animales y los fertilizantes para casi todos los cultivos.

De acuerdo con la ONU, el número de personas con hambre puede aumentar en 13 millones en 2022, sobre todo en Asia-Pacífico, en África Subsahariana y el Norte de África, mientras que el precio de los alimentos puede aumentar hasta en 22 por ciento, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

El impacto será más fuerte en países como Afganistán, Etiopía, Siria y Yemen “por su dependencia del trigo”, advierte el fondo Monetario Internacional (FMI).

Ahora mismo, la crisis de hambre que asfixia Yemen lo tiene “al borde de la catástrofe” debido al creciente número de personas que sufren hambruna, que a finales de 2022 alcanzará la cifra récord de 19 millones, atizado por la guerra de Arabia Saudita y sus aliados y ahora por la invasión rusa a Ucrania.

El trigo ucraniano se exporta en el verano y otoño del hemisferio norte. Cuanto más dure la guerra, más exportaciones se verán comprometidas, impactando en las reservas actuales y futuras.

Esto tiene efectos inmediatos para países como Egipto, que dependen en gran medida de las importaciones de cereales de Rusia y Ucrania” señaló el Programa Mundial de Alimentos (PMA).

En tanto, Brasil, cuya poderosa agricultura depende en cerca de 80 por ciento de los fertilizantes rusos, advirtió que la guerra y las sanciones pueden poner en jaque la “soberanía alimentaria” mundial.

El FMI también dijo que la invasión rusa puede hundir a Ucrania en una recesión devastadora y hace peligrar la seguridad alimentaria del planeta.

“Las perturbaciones en la temporada agrícola de primavera podrían obstaculizar las exportaciones, así como el crecimiento y poner en peligro la seguridad alimentaria mundial”, advierte un informe.

“La guerra en Ucrania significa hambre en África”, lamentó Kristalina Georgieva, directora gerente del FMI, en CBS News el domingo.

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, también alertó de los riesgos de “un huracán de hambrunas y un colapso del sistema alimentario mundial”.



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Disponible en: Acast, Spotify, Apple Podcasts, Google Podcasts, Deezer y Amazon Music

La guerra en Ucrania está generando daños colaterales en otras partes del mundo al disparar los precios de los alimentos, lo que amenaza con aumentar la hambruna en los países más pobres y poner en jaque la soberanía alimentaria muchas otras naciones.

Debido a las perturbaciones de la cadena de suministro agrícola en Ucrania y Rusia, grandes exportadores de cereales, los precios del trigo, el maíz, la cebada, el aceite de girasol y los fertilizantes se disparado a nivel mundial, de acuerdo con organismos internacionales.

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Rusia es el mayor exportador de trigo y Ucrania el quinto, y ambos proporcionan el 19 por ciento del suministro de cebada, el 14 por ciento del trigo y el 4 por ciento del maíz del mundo, y venden el 52 por ciento del aceite de girasol mundial.

Mientras que las potencias mundiales se esfuerzan en encontrar mecanismos para aumentar la producción de energéticos como el petróleo y el gas, hacer lo mismo con los granos es complicado porque casi un tercio de las exportaciones mundiales de cereales vienen de Rusia y Ucrania, lo cual ha inflado los precios del pan, el alimento para animales y los fertilizantes para casi todos los cultivos.

De acuerdo con la ONU, el número de personas con hambre puede aumentar en 13 millones en 2022, sobre todo en Asia-Pacífico, en África Subsahariana y el Norte de África, mientras que el precio de los alimentos puede aumentar hasta en 22 por ciento, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

El impacto será más fuerte en países como Afganistán, Etiopía, Siria y Yemen “por su dependencia del trigo”, advierte el fondo Monetario Internacional (FMI).

Ahora mismo, la crisis de hambre que asfixia Yemen lo tiene “al borde de la catástrofe” debido al creciente número de personas que sufren hambruna, que a finales de 2022 alcanzará la cifra récord de 19 millones, atizado por la guerra de Arabia Saudita y sus aliados y ahora por la invasión rusa a Ucrania.

El trigo ucraniano se exporta en el verano y otoño del hemisferio norte. Cuanto más dure la guerra, más exportaciones se verán comprometidas, impactando en las reservas actuales y futuras.

Esto tiene efectos inmediatos para países como Egipto, que dependen en gran medida de las importaciones de cereales de Rusia y Ucrania” señaló el Programa Mundial de Alimentos (PMA).

En tanto, Brasil, cuya poderosa agricultura depende en cerca de 80 por ciento de los fertilizantes rusos, advirtió que la guerra y las sanciones pueden poner en jaque la “soberanía alimentaria” mundial.

El FMI también dijo que la invasión rusa puede hundir a Ucrania en una recesión devastadora y hace peligrar la seguridad alimentaria del planeta.

“Las perturbaciones en la temporada agrícola de primavera podrían obstaculizar las exportaciones, así como el crecimiento y poner en peligro la seguridad alimentaria mundial”, advierte un informe.

“La guerra en Ucrania significa hambre en África”, lamentó Kristalina Georgieva, directora gerente del FMI, en CBS News el domingo.

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, también alertó de los riesgos de “un huracán de hambrunas y un colapso del sistema alimentario mundial”.



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