El número de suicidios en el país se ha incrementado y de una tasa de 5.65 por cada 100 mil habitantes, ha alcanzado la cifra de 6.2, alerta la psicóloga Endira Elizet Montes Sánchez del Centro Universitario Parral de la Universidad Autónoma de Chihuahua, externando que se debe poner especial atención a cada una de las señales de alerta que envían las personas con intenciones suicidas.
Estas señales son entre otras: irritabilidad, aumento de agresividad, insomnio o problemas para dormir, actitud pasiva, tristeza y apatía, dijo la especialista de la UACH.
Indicó que el suicidio se puede definir como el acto de privarse de la vida de forma voluntaria, este puede ser el resultado de una acción impulsiva, repentina o de una planificación muy cuidadosa y generalmente se involucran pensamientos de querer acabar con el dolor que sienten o se presentan actos de autolesiones.
Dio a conocer que la Organización Mundial de la Salud (OMS), informó que tres mil personas en promedio ponen fin a su vida diariamente.
En nuestro país, esta práctica se ha incrementado en los últimos años, tan sólo en 2020, un total de siete mil 869 personas murieron por lesiones auto infligidas.
Señala además la OMS que la tasa de suicidio en México fue de 6.2 por cada 100 mil habitantes, superior a la registrada en 2019, de 5.65 casos.
La Universidad Autónoma de Chihuahua a través del DAIE cuenta con un equipo profesional de psicólogos que brindan atención a las y los estudiantes universitarios de manera permanente y gratuita. Para agendar una cita puedes comunicarte al teléfono (614) 4391520 en la extensión 8011.
Montes Sánchez indicó que en el marco de la conmemoración del Día para la Prevención del Suicidio, a través del Departamento de Atención Integral del Estudiante (DAIE), la UACH hace algunas recomendaciones para identificar las señales de alarma y cómo apoyar a la persona que busca hacerse daño.
Explicó que es muy importante identificar cuando existe un periodo de calma y tranquilidad repentino, cuando previamente ha presentado gran agitación.
Esa aparente tranquilidad puede ser debida a que ya ha tomado una decisión para acabar con su sufrimiento, por lo que no se debe de perder de vista nunca a una persona con intenciones suicidas, dijo.
Otras de las señales de alarma son la falta de interés en las actividades cotidianas con las que antes disfrutaba o no implicarse en una actividad o grupo, aislamiento; se le puede ver solo, retraído y distante, consumo inusual de alcohol u otras drogas, descenso general del rendimiento, disminución del esfuerzo, ausencias injustificadas, comportamiento inadecuado cuando no es habitual en la persona, así como regalar objetos muy personales, preciados y queridos.
La catedrática universitaria indicó que, si una persona piensa en hacerse daño físicamente, debe acercarse con algún profesional de la salud mental, comentar esas ideas suicidas con alguna persona de su confianza que le pueda brindar apoyo, todos las personas con estas intenciones, siempre expresan de una u otra forma un llamado de ayuda a sus seres queridos o a sus amigos, por eso hay que estar alerta a las señales, precisó.
Es recomendable no alejarse de las personas y realizar las actividades que anteriormente le gustaban, abandonar el consumo de alcohol y drogas, y desechar los objetos que puedan provocarle daño.