De los puentes con mayor relevancia en Hidalgo del Parral, por su valor histórico es el Puente Calicanto. Manuel González Ávila, miembro del colectivo Salvemos Nuestro Patrimonio Cultural, habló sobre la importancia de la preservación de este espacio al ser un punto vivo de la Ruta del Camino Real Tierra Adentro.
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Según datos del Archivo Histórico Municipal de Parral, en su boletín histórico de la autoría de Roberto Baca Ornelas, la construcción del Puente Calicanto fue en el año de 1681 por el maestro de arquitectura, Simón de los Santos, fue ordenada pagándosele la cantidad de 400 pesos, logrando su culminación en 1686.
Hoy día, reconstruido en su totalidad, es un punto histórico que se conecta con espacios públicos como el de la Plazuela Morelos y el Parque Lineal, visitado por los turistas y utilizado para eventos culturales de arte callejero.
El espacio es un testigo del tiempo desde la época del virreinato, que sobrevivió a dos inundaciones que azotaron la ciudad de Hidalgo del Parral, la del año 1944 y la del 2008, siendo reconstruido y devuelto a su estructura original durante el año 2018.
Como miembro del colectivo Salvemos Nuestro Patrimonio Cultural, Manuel González Ávila, resaltó la importancia de la preservación de este espacio, pues se cuenta como uno de los puntos de paso por el Camino Real Tierra Adentro.
Fue construido dada la necesidad de cruzar la basta creciente que en aquel entonces el río San Gregorio aumentaba durante las temporadas de lluvias, por lo que se le reconoció por parte de los habitantes de la Nueva España.
Se le nombraba como el único puente virreinal de piedra y mezcla, al norte de los altos de Jalisco, de acuerdo a los datos históricos, fue considerado como una gran obra arquitectónica, ya que Simón de los Santos era único en su labor, así se le consideró en 1734 en La Gaceta de México, donde aparece la noticia de que el obispo de Durango, Benito Crespo, de visita en Parral, llamado en ese entonces como San Joseph del Parral.
"Deja fabricado un gran puente, para el paso del río, con tres arcos de sillería y estribos de punta de diamante; cuya falta impedía, en tiempo de aguas, el tránsito al Santuario de Nuestra Señora del Rayo, Convento Franciscano, Ermita de San Nicolás.”
El entrevistado, que pertenece a la agrupación dedicada a la preservación de espacios históricos de Parral, exhortó a los parralenses y a las personas que visitan el ahora nombrado Pueblo Mágico, a cuidar de este espacio que representa la riqueza histórica y cultural de la región.