Feligreses acuden a la celebración del segundo domingo de Pascua también llamado de la Divina Misericordia en donde el Obispo de la Diócesis de Parral mencionó que es conveniente reflexionar sobre el valor que tiene la Resurrección como muestra concreta de la Misericordia que el Padre Celestial ha tenido sobre la humanidad.
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En su homilía el Obispo de la Diócesis de Parral, Mauricio Urrea Carrillo comentó que este domingo el Evangelio presenta ante la comunidad un aspecto más de los miles de aspectos que tiene para la vida el misterio de la Resurrección.
“Cada uno de los siete domingos de Pascua irá presentando un aspecto de ese misterio y su relevancia para nuestra vida diaria, hoy conviene reflexionar sobre el valor que tiene la Resurrección como muestra concreta de la Misericordia que el Padre Celestial ha tenido sobre nosotros”, señaló.
Por eso argumentó que a raíz de las visiones y de los diarios de Santa Faustina Kowalska el papa San Juan Pablo II, instituyó este como el Domingo de la Divina Misericordia.
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Lo anterior con el objetivo de que no se pierda el hecho ligado directamente a la Resurrección del Señor está el asunto del perdón de los pecados, la apertura de los cielos, el acceso a una vida diferente en este mundo y la posibilidad de la Vida Eterna.
“Al inicio de la Cuaresma veíamos cómo en el primer relato el ser cayó ante las tentaciones del maligno, aparecía ya una promesa “enemistad pondré entre ti y la mujer, entre su descendencia y la tuya”.
Argumentó que en el relato del Evangelio es conmovedor porque el Señor Jesucristo se les aparece a los Apóstoles “ahí está la primera prueba de que el amor, la vida y el bien han vencido al odio, la muerte y a la maldad.
“Para que quede más claro y bien etiquetado el punto nuestro Señor Jesucristo les dice como nos dice ahora aquí, la paz esté con ustedes”, compartió.
