Como ha sido, ya toda una costumbre, mujeres rarámuri, bajan de la Sierra Madre Occidental chihuahuense, a nuestra población, para ofrecer su artesanía que fabrican con sus propias manos y herramientas, así es el caso de María Ignacia Batista Baca, oriunda del Lago de Arareko del municipio de Bocoyna.
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Lo indicado fue observado e investigado por este medio de comunicación escrito, donde al percatarse de la presencia de estas artesanías, se dio a la tarea de indagar ante la colocación de la venta ambulante en la plaza Principal, por un lado, del kiosco, por la calle Agustín Barbachano.
La artesanía rarámuri o tarahumara, es el arte de elaborar piezas sencillas con materias primas como madera, hilo, lana, estambres, fibras, cuero de animales, barro, tejidos de pino y sotol. Los principales fabricantes son los rarámuri que habitan parte de la Sierra Madre Occidental que atraviesa el estado de Chihuahua como Creel, Carichí, Batopilas, Guachochi y Bocoyna.
Ante lo cual y al ser entrevistada la de Lago de Arareko, María Ignacia Batista Baca, informó a su modo, siempre mostrando una sonrisa como avergonzada, que es la segunda ocasión que viene a Parral para ofrecer y vender sus artesanías, con la intención de juntar dinero para pagar los gastos de sus hijos en la escuela.
Asimismo, aseveró que es acompañada por una sobrina, la que le ayuda a vender, indicando que este es el segundo año que viene a nuestra ciudad, al preguntarle si tiene familia aquí en Parral, dijo que no, que se quedan en un hotel.
Batista Baca, afirmó que cuenta con 36 años de vida y que, desde muy temprana edad, poco a poco le fueron enseñando el oficio artesanal su abuela y su mamá, del cómo elaborar sus artesanías, sus materias primas son la palmilla para tejer las canastas y adornos de varios tamaños y barro, para las ollas, cajetes, platos, vasos, tazas y jarros.
En este sentido, la artesana rarámuri, indicó que llegaron a la ciudad el pasado miércoles y desde el jueves iniciaron con la venta, expresó que ha estado bien, las personas sí le han comprado sus productos que está ofreciendo.
Dentro de los productos que está vendiendo se encuentran, canastitas de varios tamaños hechas de palmilla, adornos de manta con tejido de estambre, portavasos de palma, aretes de palma, porta llaveros de palma, llaveros de palma y fruteros de palma, así como ollas pequeñas de barro, pulseras, collares de varios tipos de hilo, otros adornos de hilo y chaquira, las tradicionales monitas tarahumaras, cucharas de madera, entre otros adornos.
Para finalizar, María Ignacia Batista Baca, afirmó que los productos los fabrican un total de ocho personas de su familia, que los comercian en el Pueblo Mágico de Creel y otros salen, como ella, a otras ciudades a vender sus artesanías tradicionales.