“Kobe” es un can perteneciente al Ejercito Mexicano del 76 Batallón de Infantería, quien da muestra de la valentía que se le ha forjado desde que era un cachorro para apoyar a las fuerzas mexicanas en diversas misiones, como lo es la localización de enervantes.
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Las Fuerzas Armadas de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) cuentan con binomios canófilos que se encuentran adiestrados en diversas especialidades como lo es detección de enervantes, explosivos, búsqueda, rastreo, guardia y protección.
Tal es el caso de “Kobe”, un can de tres años de la raza pastor belga malinois, que fue integrado a las filas del Ejército Mexicano del 76 Batallón de Infantería, por lo que fue enviado desde la ciudad de México para que fuera adiestrado en las diversas misiones del personal castrense.
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Desde el primer mes de su nacimiento hasta los seis meses, se le brindó el proceso de socialización, ahí fue sometido a ruidos y diferentes texturas, convivencia con otros perros y con el ser humano, con la finalidad de que obtuviera mayor seguridad y que no tuviera miedo ante alguna situación.
“Se le dio este proceso de socialización en el que fue descubriendo con cosas sólidas, líquidas, caminó en diferentes terrenos para cuando participe en alguna misión de búsqueda, no tenga miedo para entrar”.
El cabo de Infantería, Samuel Galdámez Baltazar, mencionó que desde cachorro se le otorgó a “Kobe” aptitudes de valentía, por lo que desde los seis meses hasta el año y dos meses, inició con un entrenamiento especializado para la búsqueda y localización de enervantes.
Explicó que desde cachorros, les comienzan a brindar los comandos y obediencias para que le hagan caso al manejador; “El término binomio canófilo o canino se refiere al equipo conformado por un humano (entrenador o manejador) y su perro”.
Mencionó que “Kobe” es aún un can pequeño, debido a que tan solo tiene tres años, además de que le gusta gusta mucho jugar con los niños; “Siempre disfruta las actividades que realizamos con los más pequeños, es un can entrenado”.
Su alimentación está enfocada en raciones completas, siendo 650 gramos los que debe consumir para reforzar su trabajo, mismo que es determinado por la Secretaría Nacional de la Defensa Nacional.
El can permanecerá integrado a las filas del Ejército Mexicano hasta que cumpla la edad de ocho años, en donde se realizará una valoración sobre su condición física, y en caso de que se encuentre en un estado correcto, podrá continuar por un año más.
Posteriormente, se les otorga como una “jubilación o retiro” por lo que estará ya fuera de su labor, permaneciendo bajo el cuidado y seguimiento del personal castrense, quien se encarga de que esté bajo una protección adecuada.
Galdámez Baltazar, explicó que cada Batallón de Infantería cuenta con tres canes, en donde se destinan en diferentes especialidades como lo es la localización de explosivos, búsqueda, rastreo, guardia y protección además de la detección de enervantes, siendo esta la especialidad de “ Kobe” y “Peón”, dos de los canes pertenecientes al 76 Batallón de Infantería.
“Los canes reciben entrenamientos para los olores de las diferentes drogas como lo son cocaína, heroína, marihuana y fentanilo, además de que también pueden reconocer los aromas que se pueden distinguir en algún rescate, en donde pueda estar alguna persona sin vida, cadáver putrefacto, persona estresada”
