Hoy comienza el Adviento, un tiempo litúrgico en donde la iglesia invita a preparar para el nacimiento de Jesús, algo que distingue este período es la corona de adviento, misma que está llena de simbolismos, que los primeros misioneros aprovecharon para evangelizar a las personas , como cada primer domingo de Adviento los católicos encenderán la primera vela, en símbolo de preparación a la luz de la historia de la salvación, en donde Dios ha prometido desde antigua la venida del Salvador.
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El Adviento se caracteriza por el color morado, símbolo de espera donde se vive un tiempo de preparación para la fiesta de Navidad, la cual no se termina en un día, sino que se prolonga desde la fiesta de la Natividad del Señor el 25 de diciembre hasta la fiesta del Bautismo del Señor , después de la Epifanía.
Adviento significa “venir, llegar” pues este tiempo da inicio a un nuevo año litúrgico católico, el cual está dividido en dos partes, las primeras dos semanas sirven para meditar sobre la venida final del Señor, cuando ocurre el fin del mundo, mientras que Las dos siguientes sirven para reflexionar concretamente sobre el nacimiento de Jesús y su irrupción en la historia del hombre en Navidad.
Por lo anterior, el rector del seminario, presbítero Víctor Hugo Pérez comentó que el Adviento es un tiempo privilegiado que la iglesia propone para prepararse para la fiesta del nacimiento de Jesucristo al que se denomina tiempo de Navidad.
Destacó que este tiempo litúrgico tiene un período de celebración desde el nacimiento hasta el Bautismo del Señor, que se recuerda durante los primeros días de enero.
El Adviento como tal integra cuatro domingos en los que la Iglesia invita a preparar ya disponerse para la venida del Señor, un símbolo que recuerda esta preparación es la corona de adviento que con sus cuatro luces va preparando a las personas gradualmente a la luz de la Palabra de Dios para la vivencia de la experiencia cristiana.
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El sacerdote señaló que estas cuatro luces de cada semana representan la preparación, conversión y los distintos modelos que se tienen para preparar a la luz de la historia de la salvación, en donde Dios ha prometido desde antigua la venida del Salvador, promesa que se ha hecho cumplir con la predicación del último profeta, Juan el Bautista, que indicó ya presente al Salvador, así como de la Virgen María que contribuyó con su respuesta al plan de Dios.
“Por lo tanto el tiempo de Adviento se celebra en tres momentos, podemos hablar de tres esperanzas, tres venidas de Nuestro Señor Jesucristo, una que ya ha sucedido en el tiempo, una en la que viene en el tiempo presente cada vez que lo esperamos y nos disponemos así como cada vez que nos vemos alimentados por esta presencia que nos viene a consolar y restituir para participar de su naturaleza divina al hacerse hombre, finalmente la esperanza en el mundo futuro de la Vida Eterna y del reino sin fin”, dijo .
El rector enfatizó que el Adviento es un tiempo que ayuda a meditar sobre el sentido del mismo tiempo pasado, presente y futuro, con la propuesta de la esperanza cristiana que significa esperar en Dios en sus promesas que ya han sido cumplidas en Jesucristo.
“En este itinerario, resplandece la madre del Salvador, nuestra señora la Virgen María, que además la celebramos en este tiempo de Adviento con la solemnidad de la Inmaculada Concepción, ella que ha sido preparada para el nacimiento del Salvador y en previsión de ello ha sido preservada del pecado desde el primer instante de su concepción, porque inmaculada es el destino de nuestra vida porque Jesús nos viene a salvar completamente, pero algo importante es que en México y en el mundo entero con la celebración de la Virgen de Guadalupe, el 12 de diciembre, encontramos un motivo de consuelo, de aliento y esperanza divina, ella también ha preparado el nacimiento de una nación, la ha custodiado y nos ha mostrado el camino de la reconciliación”, expresó.
