Se va perdiendo la tradición de comer caña de azúcar en las festividades de Día de Muertos, de 30 vendedores que se instalaban a las afueras del panteón municipal, solo queda don Antonio, el cual, con 15 años de vendedor de cañas en el panteón de Dolores, es el único en la ciudad. Recuerda cómo familias enteras llegaban a llevar su “Atado” de cañas, llegó a quedarse hasta 60 días vendiendo en las inmediaciones del panteón, ahora solo 8 días y al parecer le van a quedar piezas de este fruto.
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Antonio Peñaloza, de 79 años, señaló que él ha estado trabajando mucho tiempo en el mercado de abastos. Recordó cómo años anteriores era común que la gente que visitaba los panteones cada 2 de noviembre comparaba sus “Atados de caña de azúcar”, uno de los frutos más dulces que hay, mencionó que las familias al salir de los cementerios compraban sus piezas de caña.
Mencionó que llegaron a ser 30 vendedores de este fruto. Algunos se instalaban a la entrada del panteón de Dolores, otros en la avenida Tecnológico, en la calle Independencia y a un costado del seguro social, refiriendo que a todos les iba bien, llegó a vender hasta tres mil tallos de caña, mencionando que eran otros tiempos.
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Desde su punto de vista, esta tradición se ha estado acabando, ya no hay vendedores como en años atrás. Este año solo él vendió este fruto, para poder instalarse en su punto compró al DIF un espacio donde le cobraron 2 mil 300 pesos por ocho días, desde el pasado lunes se instaló y se le vence este domingo 5 de noviembre.
Así también indicó que actualmente está muy mal la economía del pueblo, de las mil cañas que tenía para vender, le quedan 300 de ellas, donde solo espera poder venderlas hasta este domingo, dijo que no solo a él le fue mal este año, los demás vendedores de la feria del hueso se quejan, de igual modo antes venían varios vendedores de cobijas y este año solo se instaló uno.
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Recordó que los mejores años para la venta de cañas fueron en los 90. Familias completas le compraban de dos a tres cañas, ya que hasta a los niños les daban los padres para que ya no les pidieran para dulces, indicó que la caña de azúcar no solo es una tradición comprarla el Día de Difuntos, también se colocaba en los altares de muertos como ofrenda, de igual modo es buscada la caña para los ponches de las posadas o de las fiestas decembrinas.
Indicó además que él consigue la mercancía del estado de Zacatecas, sin embargo antes la mandaba a pedir del estado de Jalisco, cuenta con 15 años de vendedor de cañas en el panteón de Dolores, es el único en la ciudad, recuerda cómo las familias llegaban a llevar su “Atado” de cañas, llegó a quedarse hasta 60 días vendiendo en las inmediaciones del panteón, ahora solo 8 días y al parecer le van a quedar piezas de este fruto.
Por otra parte mencionó que la caña se utiliza principalmente para la obtención de azúcar, pero también se emplea como abono, alimento animal o bien para la fabricación de papel; mientras que el jugo de caña de azúcar se emplea en la elaboración de alcohol industrial y de bebidas alcohólicas.
Se puede comer sola quitándole la cáscara. Asimismo, el jugo de la caña de azúcar es un excelente remedio para rehidratar el cuerpo e ingrediente indispensable de una de las bebidas más ricas de las fiestas decembrinas: el ponche navideño, ya que la caña de azúcar se le considera una de las fuentes energéticas más económicas para el hombre. Los principales productores de esta fruta son los estados de Nayarit, Veracruz, Jalisco y San Luis Potosí.
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