A temprana hora, en temporada invernal el termómetro se desploma en la ciudad de Hidalgo del Parral; para quienes tienen acceso a los datos meteorológicos, pueden calcular la temperatura gélida de manera exacta y para los que carecen, es el cuerpo el que les dice que se necesita de cobijo.
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Durante las noches es cuando la búsqueda de leña en los alrededores de la periferia define el abrigo o el frío, pues si se logró acaparar la suficiente, habrá calor en la estufa. Eso si se cuenta con una, de otro modo las cobijas o cobertores se empalman en el dormitorio y si se carece de esto, queda soportar.
Es un cuarto construido con láminas y madera, puertas de cortina que se encuentran al interior de un complejo habitacional. Es donde vive la familia de cuatro personas; entre ellos dos niños, Edwin de cuatro años de edad y Megan que es una recién nacida, que viven en la calle Naciones Unidas en la colonia Che Guevara, tercera etapa .
La madre de familia, Ignacia, mencionó que aceptaría apoyo consistente en con cobertores y leña porque pedir una estufa le parece exagerado, aunque no quiso decir que no la necesitaba, pues aunque tiene una de gas, esta no quita el frío cómo las que también sirven como chimeneas.
Explicó que su esposo tiene trabajo en la construcción, pero no le alcanza el salario y hace dos meses que la familia se acrecentó con la llegada de la bebé Megan. Por lo cual, los gastos se multiplicaron y al tener que atender a los pequeños no puede conseguir un trabajo más que el de ama de casa.
En la orilla de la cama, jugando con un balón de futbol soccer, el pequeño Edwin se distrae y al abordarlo sobre qué le interesaría que el niño Dios le trajera, responde: “Quiero que le traiga lechita a mi hermanita”.
Se trata de un niño risueño con la peculiaridad de los infantes inquietos, aunque en su momento se le vio sereno; sus respuestas fueron en beneficio de los suyos hasta que al final, refirió que “Un juguete estaría bien”.
Sonriendo, la señora Ignacia platicó que apenas radica en esta ciudad puesto que hace poco se mudó desde la sierra de Durango, cerca de un lugar conocido como Guanaceví y que los motivos de emigrar a la Capital del Mundo, fueron “para buscar mejores oportunidades”.
¿Qué piensa hacer de cenar en Nochebuena?
“Pues con que haya cena, sí me gustaría una despensa; ayer supimos que estaban dando leña en la otra calle, pero yo creo que no alcanzaron para acá. Mi suegra tiene una estufa y de perdido ahí nos calentamos un poco”, respondió.
La temporada decembrina en tiempos de pandemia siguen siendo las mismas para muchas personas, pues las carencias en algunos lugares ya estaban antes del Covid-19, en el hogar de Ignacia y sus hijos una Nochebuena se lograría con más cobijas…