En la región sur del municipio de Jiménez, colindante con el estado de Durango, don Jesús realizó el hallazgo de al menos tres coprolitos de dinosaurio, cuya edad no ha sido determinada ni a la especie que puede que pertenezcan.
En la región sur del municipio de Jiménez, en la guardarraya que separa el estado de Chihuahua y el estado de Durango, el ciudadano don Jesús H. U., realizó el hallazgo de tres coprolitos (excrementos fosilizados), con un peso aproximado de un kilo cada ejemplar.
Don Jesús, refiere que, originalmente el hallazgo lo realizó 18 años atrás, cuando caminaba en el monte del desierto del Bolsón de Mapimí, en una de las zonas Jiménez donde se han localizado esqueletos de dinosaurio.
“Este coprolito yo lo encontré cuando andaba en un parte del monte, si ve el color café, así estaba, y lo que me llamó la atención fue la forma que tenían, por lo que los levante y se me hicieron muy raras, la parte enterrada es de color blanco”, refiere don Jesús.
Al momento de encontrarlos, pensó que se trataba de simples rocas, pero después de consultar con un paleontólogo, le expresaron que la pieza era en realidad un un coprolito fosilizado de dinosaurio. Así mismo, don Jesús expresa con gran emoción lo importante del descubrimiento, ya que no siempre se da la oportunidad de encontrar un fósil y más uno de esta naturaleza.
“Yo quisiera que el gobierno voltee a ver esta zona, Carrillo, hay cosas muy interesantes con las cuales se podría formar un museo y autoemplear a la comunidad”, refiere don Jesús.
En en el ámbito de la Paleontología, los coprolitos fosilizados de dinosaurio permiten a los científicos saber acerca de muchos datos de gran interés; como qué comían ciertas especies, cómo era el proceso digestivo de los dinosaurios; nutrientes principales de la alimentación, especie de dinosaurio al que pertenecían, entre muchos datos que son sometidos a distintas pruebas químicas.
Actualmente, el coprolito de dinosaurio se encuentra al resguardo de don Jesús y su familia, siendo una pieza única en el municipio de Jiménez y el estado de Chihuahua.
Hace cien millones de años, parte de los estados del norte de México, como Chihuahua, Coahuila y Durango, estuvieron cubiertos por un mar poco profundo, conocido como Mar Interno de Norteamérica, que al paso de su extinción dio paso a la formación de pequeñas islas y costas dentro de estos estados.
El límite entre el estado de Chihuahua y Coahuila marcaba el fin e inicio del mar, toda vez que en Jiménez se pueden encontrar fósiles mayormente de tipo marítimo, y en el mismo municipio, pero ya en las áreas limítrofes con el estado de Coahuila, se pueden encontrar restos de distintos tipos de dinosaurio, así como troncos de árbol fósil, frutas fosilizadas y huellas de aves y dinosaurios.
Existe la hipótesis de que parte del estado de Coahuila, al momento de la extinción del Mar Interno, fue uno de los primeros en donde el agua pudo haber desaparecido, quedando rodeado por mar en los estados de Durango y Chihuahua, formando un paraíso para los dinosaurios terrestres.
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