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El 96 por ciento de los desplazamientos forzados internos se deben a la violencia generada por los grupos del crimen organizado aseguró María Inés Barrios de la O, doctora en estudios de migración por el Colegio de la Frontera Norte y miembro del grupo multidisciplinario de la UACJ y UACH en temas migratorios.
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Amenazas y extorsión, seguido de contextos de inseguridad por la presencia de grupos del crimen organizado y delitos específicos como secuestro, homicidio de un familiar y reclutamiento forzado son las principales causas del desplazamiento forzado interno. En menor proporción para salir de sus lugares de residencia habitual está mejorar las condiciones de vida, desempleo y pobreza, que a su vez están relacionadas con el crimen organizado.
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La doctora impartió la conferencia magistral “Amalgama de detonantes del Desplazamiento Forzado Interno hacia la Frontera Norte” en el I Congreso Binacional Migración, Movilidad Humana y Humanidades que organiza la Facultad de Filosofía y Letras de la UACH, UTEP y UNAM, donde reveló que México es el segundo país de origen de los solicitantes de asilo a través de CBP One, solo por debajo de Venezuela. A nivel global, de enero 2023 al pasado 8 de febrero de 2024 se han registrado 64 millones de personas que solicitan asilo en la frontera norte.
Hasta febrero de 2024 el ingreso al país de 448 mil 701 inmigrantes que solicitaron una cita a través de CBP One con el aviso de que deberán presentarse en un tribunal de inmigración.
Una de las situaciones preocupantes es que el 50 por ciento de los solicitantes de asilo son niñas y niños de 0 a 14 años, la principal necesidad que tienen esta población estando en Juárez es la atención a la salud.
Explicó que el desplazamiento forzado interno es una de las modalidades o categorías de la migración forzada en la cual un grupo de personas se ven forzadas u obligadas de manera imprevista o táctica a huir de su lugar de residencia habitual con la finalidad de evitar los efectos de un conflicto armado, situaciones de violencia, violación a los derechos humanos, catástrofes naturales.
La característica central es que no cruzan las fronteras internacionales, se desplazan para garantizar la sobrevivencia ante la dificultad, persecución, amenaza o disputa.
La doctora explicó que en algunos casos se trata de un desplazamiento preventivo, es decir las personas se desplazan para no ser víctimas de una situación; otros son desplazamiento reactivo que es cuando ya hay una víctima de un delito en particular y a raíz de la situación se ven en la necesidad de abandonar su residencia.
María Inés Barrios detalló que el Centro de Monitoreo para el Desplazamiento Interno (IDMC, por sus siglas en inglés) en el informe publicado en el 2023 arroja que existen 71.1 millones de personas desplazadas en el mundo, de los cuales 62.5 millones salieron de su hogar por motivos de violencia.
A partir de 2019 se registra un incremento exponencial del desplazamiento, en 2018 se tenía un registro de 41.5 millones de PDI, en 2020 subió a 69.2, de 2018 a 2022 se incrementó a 71.1 millones de personas desplazadas en el mundo.
En el caso particular de México, desde 2008 hay una mayor visibilización del fenómeno gracias a los medios de comunicación y redes sociales. El IDMC indica que de 2008 a 2023 se tiene registro de 386 mil personas que están viviendo en situación de desplazamiento forzado derivado de la violencia y conflicto.
En México desde 2006 cuando Felipe Calderón emprendió la guerra contra el narco, principalmente en la zona centro occidente y frontera norte del país se incrementó la incidencia de secuestros, extorsiones, cobro de piso y homicidios.
La frontera norte, Chihuahua, Tamaulipas y Nuevo León se volvieron espacios geográficos detonantes del desplazamiento forzado interno. Entre 2008 y 2012 en Ciudad Juárez se contabilizaban más de 100 mil desplazados a raíz del crimen organizado.
El grupo multidisciplinario de la UACJ y UACH en temas migratorios desde 2019 realiza la Encuesta a Mexicanos Desplazados y Solicitantes de Asilo en Ciudad Juárez el 97% de las personas encuestadas en 2023 señalaron que su intención era llegar a la frontera norte para solicitar asilo en EUA. Este porcentaje es ligeramente superior al registrado en el 2022 que fue de 95%.
Michoacán, Guerrero y Zacatecas son las entidades que más expulsan personas. En 2019 se registraba un 56.6% de personas desplazadas y solicitantes de asilo, para el 2022 registró un ligero incremento con 52.3% y en el 2023 llegó a 37.20%.
La ponente destacó que hay una mezcla de factores por los cuales las personas salen de su residencia para llegar a la frontera norte e iniciar un proceso de asilo, sin embargo todas tienen que ver con la presencia del crimen organizado. El 80 por ciento de las personas encuestadas aludió que fue por amenazas y extorsiones.
Las personas son orilladas a huir de sus hogares como un mecanismo de seguridad. La relación entre estar en desplazamiento forzado interno y ser solicitantes de asilo invisibiliza la condición de víctimas de las personas.
Nota publicada originalmente en El Heraldo de Chihuahua
