Los migrantes que se encuentran en el campamento al sur de la capital señalaron que el calor se está convirtiendo en una tortura para los extranjeros que se encuentran descansando en el lugar, debido a que con las altas temperaturas, estar solo en la sombra no es suficiente y temen que se vea en riesgo su salud.
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De acuerdo con la Coordinación Estatal de Protección Civil, la temperatura en la capital aumentará hasta los 37 grados Celsius, por lo que los migrantes que se encuentran en la ciudad se han quejado del calor tan fuerte que hace durante el día y el frío de la noche que no los deja dormir.
“Hace mucho frío en la noche y el sol de la tarde es insoportable, solo podemos conseguir agua en el Oxxo y no tenemos para bañarnos”, comentó Andrés, un colombiano que se encuentra en el campamento ubicado en el bulevar Juan Pablo II y la Industrial 10.
En algunos locales que se encuentran a un costado del Oxxo de la Juan Pablo II, los dueños están dejando que los migrantes que están acompañando cerca de ellos llenen botes de agua y las lleven a los puntos donde están descansando.
De igual forma, el colombiano indicó que deben de elegir entre tomar agua o darse un baño, debido a que el agua escasea y lo que compran en las tiendas de conveniencia lo deben de dejar para poder hidratarse, debido a que temen sufrir alguna enfermedad.
Algunas de las enfermedades que pueden padecer por deshidratación y por estar expuestos al sol son los golpes de calor, cáncer de piel, falla renal e incluso pueden llegar a perder la vida por no tratarse estas problemáticas.
Es por ellos que la mayor parte del día, los extranjeros se la pasan en sus carpas improvisadas para evitar la exposición al sol y contraer alguno de los padecimientos mencionados anteriormente, debido a que no pueden costear los medicamentos que necesitan.
Andy, otro migrante colombiano que se encuentra en la ciudad, comentó que solo están de paso y no desean quedarse en México, debido a que ya tienen sus planes de irse a Estados Unidos y poder empezar una vida más segura.
Esperan pronto poder encontrar un medio de transporte que sea más seguro para poder llegar a la ciudad fronteriza, donde al fin podrán hacer el intento de pasar al otro lado junto con todos sus paisanos que ya se encuentran buscando una vida mejor.
Nota original: El Heraldo de Chihuahua
