Algunos migrantes que se encontraban varados en un poblado cercano a la ciudad de Jiménez, comenzaron a arribar a la ciudad de Chihuahua durante la noche de ayer y la mañana de este miércoles, quienes afirman que otros migrantes vienen en camino en diferentes medios de transporte y esperan que sigan llegando más durante los próximos días.
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Un grupo de cinco migrantes originarios de Colombia explicaron que comenzaron a moverse del lugar en el que se encontraban varados en Jiménez debido a que el calor y la falta de lugares donde conseguir agua fresca, por lo que gran parte de esas personas han estado llegando a la ciudad.
Son mil 500 migrantes los que se encontraban en Jiménez desde hace casi tres días, de los cuales poco más de 200 han comenzado a tomar camino hacia la ciudad capital a pie, y han estado llegando a Chihuahua desde la noche del martes 21 de mayo.
Los migrantes que ya se encuentran en el campamento sur de la ciudad capital indicaron que muchos de los extranjeros ya iniciaron su marcha en busca de un medio de transporte alterno al tren, debido a que temen ser dejados en medio del desierto y lejos de la civilización.
Andy, un hombre colombiano que se encontraba en el lugar y tuvo la oportunidad de acudir a un albergue temporal, dijo que él y un grupo de personas lograron encontrar un operador de un camión que los trajo a la ciudad de Chihuahua.
El grupo de migrantes en el que se encuentra Andy arribó a la capital durante la noche del 21 de mayo y encontraron un espacio en el campamento de migrantes que se ubica sobre la calle Industrial 10 y bulevar Juan Pablo II, donde pudieron tomarse un tiempo para dormir y descansar de su viaje.
El migrante también explicó que duraron tres días sin agua y sin comida, con el sol dando directamente hacia ellos toda la tarde, mientras que el frío de la noche les enfría hasta los huesos, obligándolos a buscar refugio dentro de los vagones donde fueron abandonados.
Por lo que muchos decidieron iniciar su trayecto a la frontera, por medio de transporte privado o de “rait”, debido a que temían que de volver a encontrarse otro tren, los elementos de la Guardia Nacional o del Instituto Nacional de Migración (INM) los capturen y los regresen a la frontera sur de México.
“No queremos quedarnos en México, que sea Estados Unidos el que decida si nos quedamos o no en su país”, comentó Andy, quien añadió que esperan pronto conseguir un medio de transporte para continuar con su camino sin la necesidad de caminar por el día.
Nota original: El Heraldo de Chihuahua