Habitantes de comunidades indígenas del municipio de Bocoyna denunciaron públicamente el retraso de la entrega de recursos de programas asistenciales del gobierno federal como los son la beca Benito Juárez y la pensión universal para adultos mayores, esto desde hace más de dos meses, lo que ha generado incertidumbre por el temor de quedar fuera de los apoyos, principalmente en tres comunidades del ejido San Ignacio de Arareco, quienes atraviesan por una severa crisis por la falta de alimentos a raíz de la intensa sequía que azotó gran parte del estado de Chihuahua.
Incluso, funcionarios de la Secretaría del Bienestar reconocieron que existen una serie de problemas para la entrega de los respectivos recursos en otros municipios serranos que integran las diferentes regiones, esto por la necesidad de reagendar la entrega de los mismos, que, si bien la mayoría se otorgan mediante tarjeta bancaria, aún existen casos en la región serrana que reciben el beneficio a través de notificaciones directas.
Luisa Sabina Bigilio Cruz, artesana y representante de familias de pueblos originarios del ejido San Ignacio de Arareco, declaró que la principal problemática por la falta de apoyos federales ocurre en las comunidades de Rohuarachi, Riquinapuchi y Huajurana, las cuales se ubican a distancias lejanas de poblados como Creel o San Juanito, que es en donde se distribuyen los programas gubernamentales.
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“El ejido de San Ignacio (de Arareco) es demasiado grande, de hecho, hay tres pueblitos donde no entra el turismo y los caminos están muy feos para Rohuarachi, y el otro se llama Riquinapuchi y Huajurana. Son esos tres pueblitos que la verdad sí ocupan apoyo pero no les llegan ni las becas a los niños ni a los adultos mayores”, expresó Sabina Bigilio.
Indicó que el único Banco del Bienestar que existe en el municipio se ubica en el seccional de San Juanito, el cual se ubica a más de 20 kilómetros de las comunidades antes citadas, lo cual, pese a ser reconocidos por su resistencia y costumbre de recorrer grandes distancias, es un calvario para las familias que deben caminar por días para poder acceder al recurso, sin embargo, desde hace más de dos meses el esfuerzo es en vano al detectar que sus tarjetas están en cero.
Sabina Bigilio señaló que la única alternativa que tienen los indígenas para salir adelante, es el turismo a través de la venta de sus artesanías, comercio que desafortunadamente cada vez va más a la baja, señalando que actualmente logran ventas de hasta 200 pesos por semana.
“Muchos nos dicen que el gobierno federal nos está ayudando, pero realmente la ayuda no nos llega hasta aquí… la ayuda se queda estancada yo creo que en Chihuahua, de hecho los apoyos que llegan para las becas Benito Juárez y del adulto mayor, realmente los que más ocupan ya se las quitaron”, declaró la quejosa.
Puntualizó que es indispensable que los programas de asistencialismo no se suspendan en la Sierra Tarahumara, por lo que resaltó su interés de que el presidente de la república conozca la realidad de los indígenas para que no permita que se cancele la ayuda.
Nota publicada originalmente en El Heraldo de Chihuahua