/ jueves 30 de mayo de 2019

Aprendamos a ejercer nuestra libertad

Todo ser humano dispone de un tiempo y un espacio para materializar su vida, para edificar la obra de arte más importante: su propia existencia. Cada persona puede vivir despierta o dormida, la decisión es única, personal e intransferible, cada dirección es diferente y profundamente incierto. Al nacer no sabemos qué nos espera, la vida es una aventura, pero llegar a ser uno mismo requiere decisión y valentía; descubrir la propia naturaleza y vivir conforme a ella exige valor, hay personas que han alcanzado muchos logros en su vida, y sin embargo, no se sienten orgullosos de sí mismos, tal vez porque no fueron ellos mismos quienes eligieron sus propias metas, o porque no han vivido de acuerdo a sus valores y principios; resulta asombroso la plena conciencia que tenemos del valor de las cosas de un auto, de una casa, de un abrigo, etcétera, pero resulta que no sabemos el valor del bien máximo, que es el valor de uno mismo, desafortunadamente, siempre nos estamos recriminando nuestros defectos y deficiencias, y anhelamos todas aquellas cualidades que no poseemos, lo cual se refleja en todos los ámbitos de nuestras vidas: deseamos la casa que no tenemos, el coche que no poseemos, el dinero que no tenemos, la mujer, el hijo, la familia, etcétera, y debemos aprender a amar lo que poseemos; todos los seres humanos somos una mezcla de fuerzas y debilidades, y normalmente toda fuerza con la que contamos conlleva en sí misma una debilidad: por ejemplo, la persona muy sensible tiene la fuerza de percibir todo su entorno con mayor facilidad que los demás, pero su intensa vivencia le puede hacer sufrir más intensamente, debemos tener conciencia de las cualidades que poseemos, en la medida en que estemos más conscientes de nuestro valor, iremos cobrando mayor auto respeto para nosotros mismos, y esto, en lugar de envanecemos, debe responsabilizamos para auto exigirnos más, es un positivo interés, calidez y respeto por uno mismo; es luchar por redescubrir y mantener la propia característica; descubrir la verdadera maravilla de ti mismo, no únicamente del tú actual, sino de las muchas posibilidades que posees, si tratas de ser como alguien más quizá te aproximes mucho, pero siempre serás una imitación sin mayor valor; ser uno mismo es lo más sencillo, lo más práctico, lo más satisfactorio, así que tiene mucho sentido el hecho de que únicamente puedas ser para otros lo que eres para ti mismo, si te conoces, acepta si te aprecias a ti mismo, así como tu singularidad; permitirás que otros también lo hagan, una persona que confía en sí misma y construye una autoestima firme, es capaz da renunciar a ser víctima de las circunstancias y aprende de la vida, es alguien capaz de no pensar sólo en sí mismo, si no que piensa en otras cosas y en otras personas.

Si valoras y aprecias el descubrimiento de ti mismo, alentarás a otros a que emprendan esta importante búsqueda, si reconoces tu necesidad de ser libre para saber quién eres, permitirás que otros también tengan la libertad para hacerlo, cuando te des cuenta que tú eres lo mejor de ti mismo, aceptarás el hecho de que otros son lo mejor de ellos mismos, aun cuando se entiende que todo empieza contigo, en la medida en que te conozcas a ti mismo (y todos somos más similares que diferentes), podrás conocer a otros; cuando te ames a ti mismo, amarás a otros, y en la profundidad y medida en que puedas amarte a ti mismo, precisamente en esa profundidad y medida podrás amar a otros; Respetarte a ti mismo significa tener una actitud positiva hacia tu derecho de vivir y ser feliz, es reafirmar tu valía personal, así como tus pensamientos, tus deseos y tus necesidades.

Ninguna mirada es neutra, especialmente la que dirigimos hacia nosotros

Todo ser humano dispone de un tiempo y un espacio para materializar su vida, para edificar la obra de arte más importante: su propia existencia. Cada persona puede vivir despierta o dormida, la decisión es única, personal e intransferible, cada dirección es diferente y profundamente incierto. Al nacer no sabemos qué nos espera, la vida es una aventura, pero llegar a ser uno mismo requiere decisión y valentía; descubrir la propia naturaleza y vivir conforme a ella exige valor, hay personas que han alcanzado muchos logros en su vida, y sin embargo, no se sienten orgullosos de sí mismos, tal vez porque no fueron ellos mismos quienes eligieron sus propias metas, o porque no han vivido de acuerdo a sus valores y principios; resulta asombroso la plena conciencia que tenemos del valor de las cosas de un auto, de una casa, de un abrigo, etcétera, pero resulta que no sabemos el valor del bien máximo, que es el valor de uno mismo, desafortunadamente, siempre nos estamos recriminando nuestros defectos y deficiencias, y anhelamos todas aquellas cualidades que no poseemos, lo cual se refleja en todos los ámbitos de nuestras vidas: deseamos la casa que no tenemos, el coche que no poseemos, el dinero que no tenemos, la mujer, el hijo, la familia, etcétera, y debemos aprender a amar lo que poseemos; todos los seres humanos somos una mezcla de fuerzas y debilidades, y normalmente toda fuerza con la que contamos conlleva en sí misma una debilidad: por ejemplo, la persona muy sensible tiene la fuerza de percibir todo su entorno con mayor facilidad que los demás, pero su intensa vivencia le puede hacer sufrir más intensamente, debemos tener conciencia de las cualidades que poseemos, en la medida en que estemos más conscientes de nuestro valor, iremos cobrando mayor auto respeto para nosotros mismos, y esto, en lugar de envanecemos, debe responsabilizamos para auto exigirnos más, es un positivo interés, calidez y respeto por uno mismo; es luchar por redescubrir y mantener la propia característica; descubrir la verdadera maravilla de ti mismo, no únicamente del tú actual, sino de las muchas posibilidades que posees, si tratas de ser como alguien más quizá te aproximes mucho, pero siempre serás una imitación sin mayor valor; ser uno mismo es lo más sencillo, lo más práctico, lo más satisfactorio, así que tiene mucho sentido el hecho de que únicamente puedas ser para otros lo que eres para ti mismo, si te conoces, acepta si te aprecias a ti mismo, así como tu singularidad; permitirás que otros también lo hagan, una persona que confía en sí misma y construye una autoestima firme, es capaz da renunciar a ser víctima de las circunstancias y aprende de la vida, es alguien capaz de no pensar sólo en sí mismo, si no que piensa en otras cosas y en otras personas.

Si valoras y aprecias el descubrimiento de ti mismo, alentarás a otros a que emprendan esta importante búsqueda, si reconoces tu necesidad de ser libre para saber quién eres, permitirás que otros también tengan la libertad para hacerlo, cuando te des cuenta que tú eres lo mejor de ti mismo, aceptarás el hecho de que otros son lo mejor de ellos mismos, aun cuando se entiende que todo empieza contigo, en la medida en que te conozcas a ti mismo (y todos somos más similares que diferentes), podrás conocer a otros; cuando te ames a ti mismo, amarás a otros, y en la profundidad y medida en que puedas amarte a ti mismo, precisamente en esa profundidad y medida podrás amar a otros; Respetarte a ti mismo significa tener una actitud positiva hacia tu derecho de vivir y ser feliz, es reafirmar tu valía personal, así como tus pensamientos, tus deseos y tus necesidades.

Ninguna mirada es neutra, especialmente la que dirigimos hacia nosotros