Tiempos & Espacios
La excelente ponencia sobre arquitectura y mística que guarda el Palacio Alvarado; así, como la presentación de un libro al respecto, cuyos autores, excelentes arquitectos, son reconocidos internacionalmente, uno de ellos parralense, “Arqui” Pacheco, y su señora esposa: Gloria Álvarez, dieron con su evento clausura a la semana cultural del ramo. Por enésima vez extrañamos al “Arqui Sánchez” (q.e.p.d) compañero de mil batallas en eventos culturales y sociales; en debates de geometría euclidiana, ante una partida de naipes o dominó Por cierto, nos dejó una encomienda para que hiciéramos del conocimiento público que, bajo el basamento para la estatua de don Juan Rangel de Biesma, hoy, éste solamente removido a su actual sitio, quedando la base original en la Plaza Principal, en cuya parte inferior se encuentra una cápsula de tiempo. Esta base aún no se ha removido, y sirve en fechas navideñas para colocar el árbol de Navidad. Nos vino el recuerdo y, ahora aún más, al encontrarnos con la otrora camioneta color azul Chevrolet 55 que, tanto cuidó el “Arqui Sánchez” Hoy, su actual propietario y, amigo don Rubén Acosta, nos la presenta con una magnífica restauración y conversión al modelo 1957 – Cameo- con su combinación de colores original – blanco marfil Bombay y rojo-. Felicitaciones a sus dueños, familia Acosta López, al magnífico restaurador, también amigo: “Rafa Villalba”, y demás colaboradores que, durante el transcurso de ocho largos y pacientes años concluyeron ésta magnífica obra de arte. Cabe destacar que, algunas piezas tuvieron que importarse del extranjero para darle el toque original. ¡Felicitaciones, en Horabuena!
Las modelos saben de su belleza –apostamos que sí- y posan para una sesión de fotos. Aprovechando la escenografía que improvisó en nuestro encuentro, el majestuoso “Teatro Hidalgo”, en la av. independencia – su orgulloso dueño nos permitió hacer algunas tomas rústicas de “La Cameo”. Conozcamos algo breve acerca de su edición e importancia:
Esta nueva serie (denominada 3204) fue presentada en 1955 y buscaba combinar el lujo y el estilo del automóvil, y el lado practico de la pick-up: Chevrolet Cameo.
Era un concepto avanzado para la época y no tuvo un gran éxito comercial, ya que solamente fueron vendidas cerca de 10,000 unidades entre 1955 y 1958. Vale la pena anotar que el alto precio fijado tampoco favoreció las ventas, pues la cameo era un 25% más costosa que una camioneta Chevrolet equivalente de la serie 3104.
En su primer año la producción fue cercana a las 5,200 unidades. El modelo inicial era de color blanco marfil, con el interior y los pilares traseros de la cabina de color rojo. El platón – caja- era plano y sus costados eran de fibra de vidrio, una novedad en este periodo. La camioneta Cameo fue concebida por el joven diseñador Chuck Jordan (1927 – 2010) , quien había ingresado a la General Motors en 1949
La cameo, estéticamente se distingue por sus luces traseras y la abundancia de cromados tanto exteriores como interiores.
En 1956 los cambios son muy menores. El motor V8 se presenta ahora con filtro de aceite incorporado, y a nivel estético algunos terminados son diferentes.
En la gama alta, por última vez se ofrece la pick up Cameo y sus llamativos colores
En 1957 la camioneta Cameo adquiere una banda con bordes cromados sobre los costados del platón de un color distinto al de la carrocería. El contraste de estos colores es muy llamativo y corresponde a la moda de los “autos bicolores” del momento; en total se proponen 9 combinaciones. Estas novedades logran un aumento en las ventas, que pasan a 2,244 unidades.
En la gama alta, por última vez se ofrece la pick up Cameo, y sus llamativos colores. Aunque eran vehículos excepcionales tanto del punto de vista mecánico como estético apenas lograron venderse 1,405 unidades, y la fabricación es suspendida en 1958. En el catálogo de 1959 es reemplazada por la “Fleetside” que tiene un platón más amplio y totalmente metálico.
- “ Antes de despedirnos de ese encuentro mágico, halagos y felicitaciones, don Rubén, exclamó: -“ Tu padre también fue un gran restaurador de éstas bellezas en otra época y con menos tecnología”. Nos despedimos y nos fuimos pensando que, el “arqui Sánchez” y mi padre nos estaban escuchando, así como sus compadres “Chiro Méndez, Panchito Gutiérrez, Beto Martínez. Salvador Fong, y tantos otros amigos – agreguen los nombres de sus abuelos y papás-, aquellos amantes de los autos clásicos. Todos aquellos que, se nos adelantaron nada más, y charlan entorno a una nube respecto al tema. Amén.
