Disminuye un 80 por ciento la venta de pescados y 20 por ciento la fruta de temporada en municipio de Zaragoza por Covid-19. Locatarios del lugar mencionaron que desde que inicio la pandemia, las ventas han disminuido, pues ya no hay afluencia de viajeros como en años anteriores, mismos que eran los principales consumidores.
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La pandemia del Covid-19, ha generado que cientos o miles de personas dejen de viajar a las ciudades vecinas a nuestro estado, trayendo con ello, la disminución de ventas a los puestos conocidos como “De Paso”.
Tal es el caso de los puestos de vendimia del municipio de Zaragoza, en donde según manifestaron los afectados, las ventas de productos de temporada, como el pescado y los envasados como Durazno, Membrillo y Chile Güero, han caído en un 80 y 20 por ciento respectivamente en comparación a años anteriores.
La señora Oralia Martínez, locataria del lugar, Indicó que lo anterior se debió a que, desde el mes de marzo, cuando inicio la pandemia del Covid- 19, la afluencia de viajeros disminuyó considerablemente y al ser el principal consumidor de estos lugares, las ventas disminuyeron.
“la situación aquí esta crítica, las personas que venían de paso llegaban a comprarnos y a hacernos las ventas del día y ahora con lo del Coronavirus, nomás los de aquí nos compran, pero no es igual, pues nosotros nos dedicamos a esto, solo quienes no venden o producen estos productos nos compran”.
Asimismo, señaló que la temporada de la pasada Semana Santa de este año, fue la más baja que ella ha visto en los últimos años, pues antes decenas de foráneos iban a comprar sus pescados y ahora este año, aunque la producción de pescado fue regular, no hubo buena venta, aun ni cuando bajó el precio del mismo.
“Anteriormente el kilo de pescado estaba en 55 o 60 pesos, ahora que lo bajamos a 45 para atraer a la clientela, ni así se deja ver, afortunadamente yo sacó de lo que vendo de los envasados, mis empanaditas entre otras cosas, pero si no fuera por eso, ya estaría en quiebra” dijo.
De igual manera, opinó la señora Sofía o doña “Chofis”, quien manifestó que este año no tuvo tantas ganancias como en años anteriores, pues de las poquitas personas que llegaban de paso a Zaragoza, estas se repartían entre los puestos de competencia, eligiendo el mejor pescado y mejores precios, siendo que eran los mismos, pero llegaban a otros lugares o al suyo a comprar.
“de tres o cuatro personas que llegaban uno solo me tocaba a mí, con suerte dos, puesto que se repartían por todos los puestos y compraban en otros lugares, entonces pues ya no es como antes, que si en un lugar había diez es porque en otros había quince y no querían esperar tanto. Este año, rogamos por vender”.
