CÉSAR HERNÁNDEZ
Se cumplen 103 años de una batalla que ha quedado olvidada por los mexicanos, pero que nuestros vecinos estadounidenses aun la recuerdan: se trata de “La batalla de Columbus”, donde un contingente de 589 milicianos liderados por General Francisco Villa atacaron el poblado de Columbus, Nuevo México, luego que el Gobierno de Estados Unidos creara vínculos con el entonces presidente Venustiano Carranza.
Un día como ayer, 9 de marzo, pero de 1916, el General Francisco Villa lideró una batalla con sus tropas irregulares contra un destacamento del Ejército estadounidense en el condado de Columbus, debido a que estaba furioso con el Gobierno norteamericano por apoyar a Carranza y Obregón en contra de él mismo.
Luego de la batalla en territorio norteamericano en Estados Unidos, la opinión publica estalló en contra de México debido a que habían invadido su país y pedían que se castigaran, fue así como comenzó la Expedición Punitiva, con la finalidad de castigar a Villa.
El Centauro del Norte sospechó que la invasión de tierras extranjeras traería presencia del Ejército “gringo” a este país, lo que ocasionaría un enojo de los mexicanos contra el Gobierno actual y así fue aumentando la popularidad del General en la opinión pública.
El historiador parralense, Roberto Baca, narró que esta batalla fue el inicio de una serie de guerrillas en el estado de Chihuahua en una intervención norteamericana en México de más de 10 mil soldados que trataban de controlar las tropas de Villa; incluso, se produjeron enfrentamientos con la población civil en las inmediaciones de la plaza Guillermo Baca.
La Batalla de Columbus tiene una importancia con la relación entre México y Estados Unidos, luego de que el Gobierno de este último reconociera el gobierno de Álvaro Obregón como legítimo; pero Villa quería que le reconocieran como jefe de la nación.
Columbus era una comunidad sin la menor importancia económica, estratégica ni militar. Simplemente fue una pequeña invasión que combinó muchos elementos y que a fin de cuentas terminó en que el General Villa aceptara la amnistía que le ofreció el Gobierno Federal.