Parral, Chih.- El parralense Gerardo Acosta, coleccionista de piezas paleontológicas, cuenta con alrededor de dos mil piezas, las cuales datan desde los 110 a 600 millones de años y que van desde fósiles pequeños hasta una costilla de mamut; además acaba de sumar a su acervo 30 fósiles de peces provenientes de Tlayúa de Tepexi, Puebla.
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Gerardo Acosta declaró que acaba de sumar a su colección 30 fósiles de peces provenientes de Tlayúa de Tepexi, Puebla, como el caso de Picnodontes, piezas pertenecientes al Cretácico y que incluso aún conservan sus dientes desde hace 110 millones de años.
Mencionó que la mayoría de los fósiles con los que cuenta han sido colaboraciones, obsequios, compras con coleccionistas y otras tantas que él mismo ha rescatado.
Acosta destacó que debido al cambio climático si no se rescatan los fósiles la erosión de la tierra acaba por deteriorarlos; es por ello que trabaja en resguardar estas piezas.
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Cabe destacar que los fósiles además de que varían en tamaño, también provienen de distintos lugares como Vallecillo, Nuevo León, Coahuila, Rusia, Green River, Estados Unidos pero para él, de los más importantes de su colección son los de Tlayúa de Tepexi, Puebla.
Esto debido a que es considerada una de las zonas fosilíferas más importantes de México incluso del mundo, ya que estas rocas son conformadas entre los 105 y 110 millones de años, destacó que la preservación de las piezas está perfecta y la diversidad es muy grande, porque van desde distintos peces, lagartos, tortugas, cangrejos y corales.
Afirmó que en la zona sur particularmente Tlayúa de Tepexi, Puebla constantemente se encuentran nuevas especies, resaltando el estado de Coahuila zona idónea para fósiles, aunque el grado de conservación y fosilización es muy distinta, ya que depende del clima, las circunstancias en las que murió el ser vivo y de los minerales que se encuentre en la tierra.
Comentó que los mejores fósiles preservados son aquellos que cayeron en lodo o que se encontraban adentro del agua y que al momento en el que muere la especia, la tierra sedimentaria y la arena los empieza a cubrir, llegando al punto en que la materia inorgánica cubre la orgánica y comienza a transformarse en piedra.
Normalmente se encuentran los fósiles con huesos debido a que es calcio y se convierte en mineral resultando más sencillo para su conservación, es por ello que las piezas de peces los han encontrado incluso con piel o se alcanza a percibir algún órgano.
Cabe destacar que la clasificación la lleva a cabo el Instituto de Antropología e Historia (INAH) y la Universidad Autónoma de México siendo esta última la que más atención a puesto en el estudio de estos fósiles ya que hay muchas especies de las cuales permanecen en estudio para su identificación.
Refirió que en Alemania se encuentra otra zona fosilífera de igual importancia que la de México, siendo los dos mejores lugares del mundo para este tipo de fósiles, de hecho en Alemania le denominan a la zona de Puebla “venero fosilífero”, ya que de ahí se obtienen las lajas y van saliendo un sinfín de peces y lagartos.
Es de recordar que esa zona fue parte del mar de Tetis, cuando Puebla estaba bajo el agua, y en el caso de Coahuila y Chihuahua hubo espacios cubiertos de agua pero las circunstancias climatológicas y geológicas de cada región es lo que ha hecho que la preservación sea diferente.
Resaltó que en Parral es muy difícil obtener fósiles, aunque lo que se han encontrado son una clase de moluscos denominados amonites y que empezaron a existir hace 400 millones de años.
Gerardo Acosta destacó que el estado cuenta con zonas fosilíferas como lo es Santa Bárbara ya que se han encontrado piezas marinas, además Delicias y Jiménez que son zonas paradisiacas en fósiles porque cuentan con amonites de un metro, fósil marino y restos de dinosaurios.
Esta pasión por coleccionar la historia es algo que conserva desde pequeño, ya que desde que era estudiante sus maestros lo supieron orientar, además de despertar en el este gusto por los fósiles.
Destacó que uno de sus proyectos es poder contar con instalaciones adecuadas para exponer estas piezas y que sean accesibles para las personas, ya que los fósiles reflejan la historia de millones de años, de ahí se deriva la importancia de su conservación.
