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Al menos 56 jóvenes universitarios han sido detectados con secuelas psicológicas generadas a causa de la pandemia de Covid-19 esto de acuerdo a lo dado a conocer por Kevin Carbajal, delegado regional del Instituto Chihuahuense de la Juventud; si bien esta cantidad es poca, en relación al número d estudiantes de nivel superior que según el portal Data México supera los cuatro mil estudiantes.
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Tras la pandemia de Sars-Cov-2, al menos 56 jóvenes universitarios de la región han sido diagnosticados con secuelas psicológicas derivadas del impacto emocional que dejó la crisis sanitaria.
La información fue dada a conocer por Kevin Carbajal, delegado regional del Instituto Chihuahuense de la Juventud, quien advirtió sobre la importancia de prestar atención a este problema creciente.
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Aunque el número de estudiantes afectados representa una minoría, en comparación con el total de estudiantes de Nivel Superior en la región, la preocupación por su bienestar mental es una realidad que no puede ser pasada por alto. Esto de acuerdo a lo expuesto por el funcionario.
De acuerdo con los datos proporcionados por el portal Data México, la cantidad de estudiantes universitarios en la zona supera los cuatro mil.
La Universidad Tecnológica de Parral reportó 908 matriculados durante el período en análisis. Por otro lado, el Instituto Tecnológico de Parral tuvo una matrícula de 3,080 estudiantes, con un desglose de 55.6% (aproximadamente 1,710 estudiantes) de género masculino y 44.4% (alrededor de mil 370 estudiantes) de género femenino.
El aumento de jóvenes universitarios que experimentan problemas psicológicos ha encendido las alarmas en las instituciones educativas y las autoridades gubernamentales. La prolongación de la pandemia, las restricciones sociales, y el temor a la enfermedad impactaron negativamente la salud mental de muchos jóvenes.
Las secuelas psicológicas pueden variar desde ansiedad y depresión hasta estrés postraumático, afectando el bienestar general de los estudiantes y su rendimiento académico. Ante esta situación, expertos en salud mental y profesionales de la educación han generado estrategias desde el sector publico.
Se señaló que es fundamental que las instituciones educativas y las autoridades gubernamentales trabajen en conjunto para brindar servicios de apoyo psicológico y acceso a profesionales de la salud mental. Además, se hace necesario fomentar la conciencia sobre la importancia de cuidar la salud emocional y desestigmatizar el hecho de buscar ayuda cuando sea necesario.
La pandemia de COVID-19 dejó consecuencias más allá del ámbito sanitario, y las secuelas psicológicas en los jóvenes universitarios son un ejemplo claro de ello.
