Por falta de recursos económicos; 48 niños y 18 adolescentes de Los Carrizos y El Venadito podrían dejar de estudiar debido a que las familias no cuentan con el recurso económico para poder adquirir uniformes, así como útiles escolares, esto se traduce, según lo expuso el coordinador de los asentamientos indígenas ubicados en Parral, a que los jóvenes comiencen a trabajar e involucrarse en diversos vicios, por lo que se están realizando las gestiones ante el Gobierno del Estado para obtener ayuda.
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Por lo anterior; Ramón Rocha Chaparro, coordinador de los asentamientos indígenas de Los Carrizos y El Venadito, señaló que existen diversas necesidades que no han sido solucionadas.
Refirió que hay diversas solicitudes por parte de este grupo poblacional; sin embargo, no se tienen los insumos necesarios para apoyar a las personas en cada una de sus necesidades.
“Ahorita uno de los requisitos más sentidos en los dos asentamientos es respecto al pago de las inscripciones de los niños para el ciclo escolar, las familias no tienen suficiente recurso económico para adquirir útiles escolares, uniformes y además pagar la inscripción”, dijo.
Ante ello, detalló que ya envió la solicitud al Gobierno del Estado para gestionar el apoyo económico o en especie para las familias que lo requieren, pero aún no se tiene respuesta.
Detalló que en Los Carrizos se ven afectados ocho adolescentes de secundaria y aproximadamente 32 de primaria, mientras que en El Venadito son 16 de nivel primario y 10 de secundaria, mismos que ante esta situación deciden salir y comenzar a trabajar para ayudar a sus familias.
Respecto al asentamiento indígena de El Venadito, explicó que se está haciendo un gran esfuerzo ya que muchos jóvenes deciden no seguir estudiando, ya que no tienen los recursos para continuar.
“A veces terminan la primaria y ya no quieren seguir estudiando porque ya no les alcanzan los recursos económicos para continuar con su formación y es una dificultad que nosotros enfrentamos ya que buscamos la manera de que pueden entrar a la escuela”, enfatizó
El entrevistado dijo que una de las opciones que se han establecido es acudir a las instituciones educativas para que den facilidades de pago, pero las familias enfrentan una situación difícil, ya que sus ingresos no les permiten cubrir esa necesidad; sin embargo, poco a poco abonan a la deuda.
Lo anterior, tomando en cuenta que la mayoría de ellos trabajan de pepenadores, aserraderos o ladrilleras, obteniendo un ingreso máximo de mil 300 pesos por semana, monto que les permite obtener solo por día lo necesario.
Indicó que se ha establecido buena relación con el representante de la Secretaría de Comunidades y Pueblos Indígenas de Gobierno del Estado en Parral, quien fue el medio para solicitar los diversos apoyos.
“Las familias viven al día, muy apenas tienen para comer y es muy difícil que pueden destinar dinero para comprar todo lo que sus hijos requieren, el hecho de que principalmente los jóvenes deciden no continuar con sus estudios en algunos casos derivan a que comienzan a trabajar y al tener dinero, adquirieron vicios que terminaron desbaratando a las familias”, argumentó.
