La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) de Balleza ha puesto en marcha un proyecto destinado a salvaguardar las diversas especies nativas de maíz que prosperan en la Sierra Tarahumara del estado de Chihuahua.
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De acuerdo a lo expuesto por las autoridades, el objetivo principal es la creación de un banco de semillas que garantice la conservación y el cultivo sostenible de estas variedades ancestrales de maíz.
Saúl Carbajal Loya, jefe de la SADER en el distrito de Balleza, indicó que el proyecto tiene como propósito proteger y mantener la biodiversidad agrícola, preservando las tradiciones culturales y conocimientos ancestrales asociados con el cultivo de maíz en las comunidades locales.
Entre las especies estudiadas y que se buscarán preservar en este banco de semillas se encuentran: Apachito, Azul, Celaya, Cónico norteño, Cristalino de Chihuahua, Dulcillo del Noroeste, Gordo, Ratón, Tuxtleño y Palomero de Chihuahua.
Estas variedades han sido cultivadas durante generaciones por las comunidades de Balleza, como la cabecera, El Vergel, La Laguna Juanota, Puerto los Chiles, San Carlos (El Tigre), así como en diversas localidades de Guadalupe y Calvo, como Atascaderos, Baborigame, Cerro Solo predio de Venitas, Dolores, hacienda Marquita, La Hacienda, Navogame, Santa Rosalía de Arriba, San Ignacio de los Almazán, Turuachi y Yerbitas.
Indicó que la Sierra Tarahumara ha sido reconocida como un centro de diversidad y conservación del maíz nativo, lo que la convierte en un lugar de especial importancia para esta iniciativa de conservación.
Las comunidades locales han mantenido durante siglos prácticas agrícolas tradicionales y conocimientos transmitidos de generación en generación, contribuyendo a la preservación de estas valiosas especies.
Carbajal Loya explicó la estrategia a seguir para el éxito del proyecto. En primera instancia, se buscará incentivar la siembra de las variedades nativas de maíz a través de la generación de apoyos para los agricultores y sembradores locales. Estos incentivos buscan brindar facilidades a los productores para que puedan cultivar las diversas especies de maíz a partir del próximo año.
El jefe de la SADER en Balleza destacó la importancia de fomentar el cultivo de estas especies ancestrales y resaltó los beneficios que aporta a la conservación de la biodiversidad agrícola y al mantenimiento de las tradiciones culturales de las comunidades locales.
Una vez que se incentive la siembra y se logre la participación activa de los agricultores en la producción de las variedades nativas de maíz, el siguiente paso del proyecto será consolidar el banco de semillas.
Este banco de semillas será un elemento clave para garantizar la preservación a largo plazo de las especies de maíz, permitiendo la recolección, almacenamiento y distribución adecuada de las semillas, protegiendo así su diversidad genética.