Durante los siglos XIX y XX los cambios fueron sustanciales; las actividades económicas pasaron de ser trabajo directo con la tierra, como la minería y la agricultura, como fuente principal, a haber más oportunidades con la llegada del siglo XX, pues la industrialización poco a poco fue llegando a Parral, donde estuvieron la fábrica de calzado en la colonia La Talleres, y las Fábricas de Francia, donde ahora está la Plaza Principal. Asimismo, en el caso de los ingresos pasaron de 40 mil pesos al año en el 1895 a más de 150 mil pesos en la primera década de 1910; por otra parte, la economía durante el siglo XX se vio en crecimiento gracias a los diferentes métodos de transporte como el ferrocarril que sustituyó a las carretas y caballos. Para el caso de la seguridad, existió una cárcel que duró más de 3 siglos activa en Parral, e hizo su cambio en el siglo XX, para posteriormente, quedarse donde se encuentra el actual Centro de Reinserción Social en la carretera a Jiménez.
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San Joseph del Parral, cuna de historias relevantes en la época revolucionaria del siglo XX. Parte del Gobierno de la Nueva Vizcaya en el siglo XIX. Las épocas cambian, y con ellas, cambian las actividades económicas, las formas de gobierno y hasta la modernidad llega a instalarse de forma permanente, tal como pasó en la ciudad de Hidalgo del Parral.
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En primera instancia, en el inicio del siglo XIX, a principios del año 1800, el contexto de San Joseph del Parral era muy diferente, pues no había energía eléctrica, las principales fuentes de ingresos se limitaban a los aprendices de la minería, a los expertos en la ganadería y agricultura, y a las escasas vías de comunicación y medios de transporte.
Con carretas y mulas, caballos a todo galope recorriendo de aquí para allá por las principales calles de terracería que existían, la población parralense del siglo XIX se encargaba de buscar el sustento diario a través del trabajo de la tierra como la agricultura y la ganadería, además, el comercio precario existía dentro de un mercado en el centro del pueblo.
En este entonces, delito más perseguido era el de robo del ganado, por lo que los detenidos fueron encarcelados en la única prisión que existía en el momento, ubicada frente a la Plaza Principal en lo que hoy es el Centro de Documentación. Es de precisar que esta cárcel, fue la primera en la localidad, construida 1686 por el gobernador de la Nueva Vizcaya, don Diego Guajardo; posteriormente estuvo a cargo de la municipalidad y no fue hasta el siglo XX en que se creó la segunda cárcel en el municipio, donde ahora es el Jardín del Abuelo.
Algo qué destacar de la cárcel ubicada en el Centro de Documentación, es que ahí fue privado de su libertad el fundador de Parral, Juan Rangel de Biezma.
El siglo XX llega a la localidad y con él, llega también el suministro de la energía eléctrica, el ferrocarril, la industria y la comercialización, así como el auge de la minería.
En 1902 se construyó la primera planta eléctrica en el municipio de San Joseph del Parral, ubicada por donde ahora son “Los Carrizos”, justo donde se encuentra una comercializadora de productos lácteos. Como ya se encontraban en funcionamiento las diferentes rutas del ferrocarril, que conectaban toda la parte norte del país, como Durango y Chihuahua, la planta eléctrica tenía que estar cerca de la estación del tren, por ello mismo, su ubicación en esa zona geográfica.
En este periodo de tiempo, la minería se encontraba en su pleno auge, dado que personajes como Pedro Alvarado y de la familia Botello, así como Federico Stallforth, lograron hacer su riqueza gracias a la explotación de las diferentes vetas mineras que se encontraron en la localidad.
Asimismo, en ese mismo periodo, se encontraban ya en funcionamiento varias fábricas importantes al norte del país, como las “Fábricas de Francia”, la cual, estaba ubicada en lo que hoy es la avenida 20 de noviembre cruce con la calle Colegio, justo frente a la Plaza Principal. Por otra parte, la industrialización se vio enfocada en la fabricación de calzado teniendo en funcionamiento una fábrica en lo que hoy es la colonia Talleres. No obstante, esta última fue tomada por los revolucionarios para resguardarse de la guerra.
Años más tarde, ya una vez terminada la revolución mexicana, Parral tuvo su segunda planta eléctrica, administrada por el minero exitoso, Pedro Alvarado y ubicada en el camino que conduce a Santa Bárbara, justo entre lo que hoy es la avenida Niños Héroes y la colonia PRI, mejor llamada “La Casona”.
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