Concluye primer gira pastoral el obispo de la Diócesis de Parral, Monseñor Mauricio Urrea Carrillo en el decanato de la zona serrana, donde visito la cabecera municipal Guadalupe y Calvo, Atascaderos, el Vergel y Dolores siendo la comunidad más lejana de toda la diócesis.
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En el marco de su primera gira pastoral, cuya iniciativa fue del propio obispo, con la intención de tener un acercamiento con las comunidades así como con la población indígena que habita en la zona serrana.
La comunidad de Guadalupe y Calvo recibió el 01 de agosto a las 11:00 de la mañana al líder pastoral de la Diócesis de Parral, con una gran caravana, dándose cita en el arco que conduce a la cabecera municipal, a su llegada oficio la celebración litúrgica a las 12:00 del mediodía, en compañía de todos los feligreses y sacerdotes que están a cargo de la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe.
Donde posteriormente compartió los sagrados alimentos con los fieles católicos y dio el anuncio de la próxima ordenación sacerdotal del diacono transitorio Jorge Matsushita, la cual se llevara a cabo el 08 de septiembre en la Catedral de Nuestra Señora de Guadalupe en Parral.
Para el 03 de agosto se llevó a cabo un día de campo, en el cerro Mohinora, el más alto del estado de Chihuahua, en donde asistieron feligreses y sacerdotes, quienes pudieron compartir los alimentos, y el líder pastoral conoció los paradisiacos lugares de la Sierra Tarahumara.
El 04 de agosto se trasladó a la cuasi-parroquia de Nuestra Señora del Rosario, en la comunidad de Dolores, siendo esta la más lejana de toda la Diócesis, en donde fue recibido con músicos, adornos y mantas donde los fieles manifestaban su alegría por la visita del líder pastoral, mismo que oficio la Santa Eucaristía en compañía de la feligresía y sacerdotes.
Para finalizar su gira pastoral el obispo Monseñor Mauricio Urrea Carrillo, visitó la comunidad de El Vergel, quien fue recibido por los fieles y un grupo de matachines quienes realizaron algunos números como signo de alegría por la llegada del pastor.
En la misma comunidad presidió la celebración litúrgica como acción de gracias a Dios y a las comunidades que durante su estancia lo hicieron sentir como en casa, para concluir la visita Apostólica con una comida en la que estuvieron presentes los feligreses y sacerdotes que prestan su servicio en el Vergel.