De acuerdo con el reporte de Accidentes de Tránsito Terrestre del Inegi, durante 2019 ocurrieron 28 mil 342 accidentes viales en el estado y en el 72 por ciento de los casos hubo lesionados de consideración.
Entre enero y septiembre de 2020, la cifra es de 20 mil 160 en el territorio estatal, la mayor parte ha ocurrido en Ciudad Juárez, Chihuahua, Parral y Ojinaga.
El Inegi refiere que en México, las lesiones provocadas por accidentes automovilísticos, constituyen una de las nueve causas principales de muerte.
La ramificación de los accidentes automovilísticos depende de muchos factores: uso del cinturón de seguridad, velocidad y tamaño del automóvil, punto de impacto, etc., entre otros.
Entre las lesiones más comunes, derivadas de un accidente automovilístico se encuentran lesiones en la cabeza y debido a que ésta se zarandea de un lado para otro de manera poco natural y a gran velocidad en un accidente automovilístico, pueden generarse lesiones en los tejidos blandos del cuello y la espalda, así como también “lesiones cerradas en la cabeza” que afectan el líquido y los tejidos presentes dentro del cráneo.
El traumatismo cervical, es otra de la lesiones comunes pues cuando un auto lo choca, puede sacudir el cuello hacia atrás y hacia adelante con muchísima fuerza y ello puede dañar los tendones, ligamentos y músculos.
El traumatismo cervical es particularmente común cuando el impacto se produce en la parte trasera del automóvil.
El disco dislocado, también conocida como disco herniado o roto, es una lesión se produce cuando el impacto del choque ejerce presión en la estructura espinal. Cuando esto sucede, los discos pequeños que proporcionan amortiguamiento entre las vértebras pueden desplazarse de su lugar.
La fractura y rotura de huesos se da por un impacto repentino de un choque que arroja el cuerpo contra el interior del automóvil o incluso puede expulsarlo del auto. Esta fuerza veloz sobre los huesos puede hacer que se fracturen o rompan.
*Consejos de seguridad:
Usar siempre el cinturón de seguridad, aun en viajes cortos.
Estar alerta y nunca conducir cansado o si tiene sueño.
Respetar el límite de seguridad y todas las normas de tránsito de la ruta.
Evitar distracciones como comer o escribir mensajes de texto.
Mantener su seguridad con revisiones periódicas y hacer las reparaciones necesarias de inmediato.
No manejar bajo los efectos de sustancias.
Si sufre lesiones en un accidente automovilístico, busque tratamiento médico de inmediato, incluso si cree que sus lesiones no son graves.
