Con 10 mil 790 kilómetros cuadrados, Jiménez, es uno de los municipios con más extensión territorial del estado de Chihuahua, espacio árido y bravo, que en sus entrañas geográficas, es hábitat y ecosistema de una gran variedad de especies de flora y fauna, como el murciélago, especie vital para el control de plagas.
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El hábitat de los murciélagos, se localiza en las principales sierras y cordilleras del municipio; Sierra del Diablo, Sierra de los Remedios, Sierra de Chupaderos, Sierra de las Pampas y en la depresión geográfica que se localiza en la parte sureste de Jiménez, a las faldas de la Sierra del Diablo el cenote del Hundido; hábitat en donde se ha identificado la presencia de los quirópteros.
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Las diez especies identificadas son principalmente insectívoras, que se alimentan de las plagas que atacan a los cultivos agrícolas del sector, así como insectos que habitan en el municipio, por lo que son parte fundamental del control biológico para que las plagas no se salgan de control.
Los quirópteros identificados y avizorados que conforman parte del ecosistema natural del municipio de Jiménez son; el murciélago cola peluda o Lasiurus blossevilli; murciélago canoso de cola peluda o Lasiurus cinereus; murciélago amarillo o Lasiurus xanthinus; murciélago desértico norteño o Antrozous pallidus; murciélago orejón de townsend o Corynorhinus townsendii; murciélago miotis de yuma o Myotis Yumanensis; murciélago miotis orejudo o Myotis auriculus; murciélago miotis mexicano o Miotis velifer; murciélago cola suelta o Tadarida brasiliensis y el murciélago barba arrugada o Mormoops megalophylla.
Todas estas especies que buscan como refugio predilecto las cavernas y cuevas en todo el territorio del Municipio de Jiménez; circundan y habitan en la Reserva de la Biosfera de Mapimí, conformada otros dos estados, Durango y Coahuila, que, junto con Chihuahua, forman el ecosistema más importante del desierto de los estados del norte de México.
Todas estas especies de murciélagos son inofensivas para el ser humano
Aunque estas especies de murciélagos, que se alimentan de insectos, son inofensivas para el ser humano, por años, se les ha mal asociado con entes malignos y connotaciones negativas, lo que ha provocado que inconscientemente, se vean amenazadas, al momento de ser exterminadas por diversión y “miedo”, así como la destrucción e invasión de sus hábitats naturales.
Además del exterminio por parte del ser humano, al desconocer sobre los múltiples beneficios que los murciélagos tienen para el control de plagas, las especies antes descritas de quirópteros, se han visto amenazadas por el uso de plaguicida y pesticidas en el sector agrícola, químicos que generan la muerte de los animales, al momento en que éstos cazan en los huertos e ingieren los insectos impregnados con químicos.
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Pese a que la identificación de estas especies, se ha realizado por científicos del extranjero, actualmente en el municipio de Jiménez, no se cuenta con un plan de conservación del murciélago ni un presupuesto para su investigación.
Uno de los puntos geográficos, situado en las faldas de la Sierra del Diablo del Municipio de Jiménez, conocido como “Cenote el Hundido”, es uno de los refugios más importantes de diversas especies de murciélago; especies que han sido investigadas por científicos mexicanos.
Al caer la noche, en la pequeña urbe de Jiménez, en las lámparas que alumbran las calles de la ciudad, insectos de todo tipo vuelan través de los ases de luz de las luminarias, vuelo que es interceptado por los murciélagos, donde los insectos son parte fundamental de su dieta, por lo que de manera natural, los quirópteros fungen un control biológico en el control de plagas que azotan la ciudad y los campos agrícolas.
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