Desde temprana hora, personal de Servicios Públicos, se encontraba ya sobre el corredor del Panteón Municipal, haciendo los últimos detalles de limpieza, en donde se habrán de postrar los vendedores para los días primero y dos de noviembre.
A la altura, de donde del departamento de Servicios Públicos, frente al Panteón Municipal, una cuadrilla integrada por hombres y mujeres realizaban deshierbe de los camellones, así como barrer el ingreso al Panteón.
En la parte final del corredor del Panteón Municipal, una cuadrilla más hacía la limpieza correspondiente de las calles, armados con escobas, cepillos, un azadón que devoraba hasta la última raíz de zacate y una carretilla, peinaron por completo el corredor, en un lapso de tres horas, quedando impecable y listo para recibir a los jimenenses y vendedores.
“Pues hay al pasito la llevamos, es casi, casi lo que nos esta faltando mi Gorki, aquí estamos para darle, parece que no íbamos a terminar, pero no la aventamos para antes de los días buenos” , expresa con gran entusiasmo uno de los trabajadores de Servicios Públicos que realizaba limpieza.
En la parte media del corredor, el oficial Vázquez en compañía de su ayudante “El Padre Gallo” , realizaban los últimos retoques de pintura vial de los camellones y cajones de estacionamiento.
El rodillo con pintura blanca y amarilla, cubría hasta el último espacio del corredor, mientras en la troca del oficial Vázquez, alrededor de cinco bultos de cal, aguardaban a ser dispersados en los cajones viales, que se habilitaran en la parte trasera del panteón.
En la parte de adentro del Panteón Municipal, una cuadrilla más de trabajadores de Servicios Públicos, realizaban las últimas recolecciones de basura, después de casi un mes de trabajo intenso, con el objetivo de tener limpias y rehabilitadas las instalaciones del Panteón Municipal.
El Ingeniero Jesús Cordero, titular de Servicios Públicos, expresó que se ha avanzado en un 99% en el proceso de rehabilitación y limpieza del sector, logrando recolectar hasta el momento, más de 20 toneladas de basura, tierra, zacate y escombro.
Durante el trascurso de las doce del mediodía del viernes 29 de octubre, los refuerzos seguían llegando al Panteón Municipal, con el objetivo de culminar con las labores al finalizar el día.
Mientras, cuadrillas eran destinadas a lo largo y ancho de los interiores y del exterior del Panteón, la pipa de agua de Servicios Públicos, apaciguaba lo árido de los caminos de terracería, cerca a las vías del tren, así como la tierra de los costados de la carretera Jiménez-Camargo, que conduce al cementerio, a fin de evitar el polvo de decenas de vehículos que ya se disponían a ingresar al camposanto para ir haciendo los arreglos correspondientes en las tumbas de sus fieles difuntos.