Hoy se celebra a San Valentín, el Día del Amor y la Amistad, pero también el Día del Telegrafista, ya casi olvidado por la gente, ya que en esta fecha se conmemora más la primera de estas efemérides, debido a la importancia que tiene para las personas, en donde incluso se regalan un presente.
El Papa Gelacio I designó el 14 de febrero del año 494 como Día de San Valentín y hoy en fecha se convirtió en un negocio para la venta de tarjetas, chocolates, flores y regalos en el mundo entero, en una economía consumista. En este sentido, hoy entre los enamorados y amigos se hacen regalos alusivos, viéndose beneficiadas las diferentes tiendas.
También en México se celebra el Día del Telegrafista, casi olvidado por la gente del mundo moderno, ya que con la tecnología y el uso del internet se vino a desplazar poco a poco al tradicional telégrafo. En tanto, para San Valentín el festejo se formalizó el 14 de febrero de 1942; en México se establece que los trabajadores de Telégrafos tengan como oficial el día.
El telégrafo uno de los inventos más grandes del mundo, ya que unió a los países, tenerlos comunicados después de 1836 en que se inventó por Samuel Morse.
DÍA DEL TELEGRAFISTA, CASI OLVIDADO
En los años 50 hasta los 80 el telégrafos fue una de las herramientas más usadas por la gente para comunicarse y enviarse dinero de una forma más rápida y segura; además es una manera muy especial para dar una felicitación a los seres queridos. Hoy en día a Telégrafos se le conoce como Telecomm (Telecomunicaciones de México) un organismo público y descentralizado que ofrece servicios modernos en las comunicaciones y servicios financieros.
Sergio Chiu, empleado de oficina, comentó que son cuatro los trabajadores de la sucursal que atienden tanto pagos de programas sociales como de servicios y hasta remesas de Estados Unidos y del mundo.
Desde hace ya años que no se festejan en la oficina, pero continua siendo el 14 de febrero como Día del Telegrafista. En tanto que la celebración del Día del Amor y la Amistad, viene de la época Romana, cuando un sacerdote del Siglo III ejercía en Romam, cuando gobernaba el Emperador Claudio II, quien decidió prohibir la celebración de matrimonios para los jóvenes.
Un sacerdote llamado Valentín consideró que el decreto era injusto y desafió al Emperador celebrando en secreto matrimonios entre jóvenes; después el emperador lo encarceló para luego ejecutarlo el 14 de febrero del año 270.