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Casi 400 habitantes de siete comunidades de Guadalupe y Calvo se están viendo afectados por las fallas en el suministro de energía eléctrica; lo que ha generado mermas en el bienestar social educativo y hasta en temas de salud para quien debe de conservar sus medicamentos fríos; según lo informó el Secretario del Ayuntamiento del municipio, la falta de energía eléctrica no solo ha impactado en la vida diaria de los residentes, sino que también ha generado preocupaciones sobre la disponibilidad de servicios esenciales y el bienestar de la población.
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En Guadalupe y Calvo, una problemática afecta a diversas comunidades, destacando la situación en siete localidades que han estado soportado fallas en el suministro de energía eléctrica; de las cuales dos poblaciones ya han podido resolver temporalmente.
De acuerdo con el secretario del Ayuntamiento, estos cortes prolongados han tenido repercusiones significativas en el bienestar social, educativo y de salud de los residentes. Las implicaciones de la lejanía en esta problemática se han vuelto una preocupación central para las autoridades y la población afectada.
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De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística, aproximadamente 366 habitantes de las localidades de San Julián , Pie de la Cuesta , El Muerto, Rancho de Peña, La Calera, San Ignacio de los Cano y Barbechitos en el municipio de Guadalupe y Calvo se han visto directamente afectados por las interrupciones en el suministro eléctrico. Se destaca que San Ignacio de los Cano y Barbechitos, que también se vieron afectados por cortes eléctricos, pero ya han recibido atención y han tenido su servicio restaurado después de 10 días.
Según Navarro, el problema radica en la "línea troncal", lo que indica que hay una interrupción significativa en la infraestructura que suministra electricidad a estas comunidades.
Estos cortes, que en algunos casos han superado un mes, han generado dificultades importantes en la vida cotidiana de los residentes. Afectaciones en la educación, el bienestar de la salud, la conservación de medicamentos que requieren refrigeración y la falta de iluminación han sido algunos de los problemas derivados de esta situación.
Una de las dimensiones críticas de esta problemática es la lejanía geográfica de las comunidades afectadas. Mientras que algunas localidades se encuentran a dos horas de la cabecera municipal, otras como San Ignacio de los Cano y Barbechitos están a seis horas de distancia, que representa casi el tiempo que se hace de Parral a la frontera con Estados Unidos.
Esta lejanía ha complicado la respuesta y solución de la crisis, ya que la infraestructura de energía eléctrica se ha visto comprometida en áreas de difícil acceso. La distancia ha dificultado el transporte de equipos y personal de reparación, ralentizando los esfuerzos para restaurar el suministro.
Ante esta situación, tanto autoridades locales como federales han iniciado una colaboración conjunta para abordar la crisis de suministro eléctrico en estas comunidades marginadas. Brigadas de Servicios Públicos Municipales se han sumado a los esfuerzos federales para trabajar en conjunto y resolver la interrupción en la "línea troncal" que abastece a estas áreas. Se espera que esta colaboración permita restablecer el servicio eléctrico lo antes posible y aliviar las dificultades que enfrentan los habitantes de estas localidades.
Las dificultades para realizar actividades cotidianas y mantener una educación continua en un entorno sin electricidad han planteado preocupaciones sobre el desarrollo y el futuro de las comunidades afectadas. La falta de servicios esenciales y el acceso a dispositivos electrónicos básicos han exacerbado los desafíos diarios que enfrentan los residentes.
