Parral, Chih.- En la región serrana de Guadalupe y Calvo, ocho sacerdotes de la Diócesis de Parral retoman las misiones en las comunidades indígenas llevando los sacramentos. Durante la pandemia en semáforo rojo, estuvieron trabajando de manera virtual; ahora en amarillo, los sacerdotes están visitando las comunidades, llevando a cabo las celebraciones eucarísticas e impartición de sacramentos con los protocolos sanitarios.
Raúl Gallegos, sacerdote del decanato de la sierra en Guadalupe y Calvo, indicó que durante la pandemia en semáforo rojo estuvieron trabajando de manera virtual, las misas que se llevaban a cabo no fueron con la presencia de personas; sin embargo, ahora con semáforo amarillo se están retomando las actividades sacramentales de la cabecera y en las comunidades, donde se da la comunión, confesión, bautizos, confirmaciones y bodas.
Señaló el sacerdote católico que se están visitando las comunidades parroquiales, donde ocho sacerdotes de la Diócesis de Parral llevan los sacramentos con todas las medidas sanitarias; durante lo más crítico de la pandemia sólo se estuvieron atendiendo los casos más urgentes como lo son la unción de enfermos y funerales, los cuales eran realizados al aire libre para evitar los contagios.
Así también informó que las comunidades de la región serrana de Guadalupe y Calvo están siendo atendidas por sacerdotes de la Diócesis de Parral y por la Diócesis de la Tarahumara, esto debido a lo extenso del territorio del municipio, en donde la Diócesis de Parral cuenta con cuatro parroquias; la de la cabecera municipal Nuestra Señora de Guadalupe, Nuestra Señora de Guadalupe en la comunidad de El Vergel, San Ignacio de Loyola en Atascaderos y la parroquia de Nuestra Señora del Rosario en Dolores.
Para finalizar, refirió el decano que la gente los ha estado procurando por teléfono para los servicios religiosos, de esta manera han estado solicitando los sacramentos. Comentó que en esta pandemia ha aumentado el fervor y la fe por parte de la feligresía; se está dando atención a los grupos indígenas, principalmente para su preparación para los bautizos y para las primeras comuniones, donde se llegan a juntar alrededor de 100 de ellos en las comunidades. Destacó que los indígenas ayudan y participan con sus parroquias.