Clérigos de Parral renuevan hoy sus promesas sacerdotales

El acto se realizará en la misa crismal, donde además se realizará la bendición de los óleos sagrados

Alejandra Pérez | El Sol de Parral

  · martes 30 de marzo de 2021

Foto: Archivo | El Sol de Parral

Parral, Chih.- Con motivo de la Semana Santa, el día de hoy se llevará a cabo la misa crismal en punto de las 10:00 de la mañana en Catedral de Nuestra Señora de Guadalupe, donde se realizará la bendición de los óleos sagrados, el santo crisma y los presbíteros pronunciarán la renovación de sus promesas sacerdotales.

RECIBE LAS NOTICIAS DE PORTADA DE PARRAL, CHIHUAHUA Y JUÁREZ ANTES QUE NADIE EN TU EMAIL, ¡SUSCRÍBETE GRATIS!

El presbítero Víctor Hugo Pérez, prefecto de estudios del Seminario Diocesano de Parral, declaró que la misa crismal es una celebración que la liturgia proyecta para que se realice en las cercanías a la fiesta de la Pascua.

Comentó que generalmente se lleva a cabo el Jueves Santo, porque es un día con un profundo sentido sacerdotal, ya que en ella es condición para que se realice con el espíritu de comunión entre el obispo y su presbiterio, debido a que los sacerdotes renuevan sus promesas.

Es llamada misa crismal porque el obispo bendice los santos óleos, que son el óleo de los catecúmenos, que se utiliza en el bautismo; óleo de los enfermos, que se utiliza en el sacramento de la unción y el óleo del santo crisma, que es impregnado de una fragancia que tiene como sentido el marcar con un sello espiritual, una huella imborrable en los sacramentos del bautismo, la confirmación y la ordenación sacerdotal, que serán administrados durante todo el año para los sacramentos de los fieles.

Además es una celebración que tiene dos sentidos importantes: El primero es la comunión del obispo con toda la diócesis, en la que se consagran estos santos óleos que se utilizan para los sacramentos, es por eso que todas las parroquias mandan a un delegado para recibir y testimoniar esta consagración y llevarlos a sus comunidades.

El segundo sentido es la comunión del obispo con los presbíteros, que harán la renovación de sus promesas sacerdotales.