Al terminar la misa, el padre José Luis Serra bendijo la cruz que recuerda a los sacerdotes jesuitas Javier y Joaquín, así como a Pedro y Paul.
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Durante la bendición comentó que está cruz se instalará como una petición para que no haya más violencia en el país.
Por su parte, el padre Javier Pato Ávila destacó que “Nosotros no descansaremos hasta restablecer la Paz”.
La cruz, de color blanca, está montada en un base donde se exige justicia.
Tiene una placa donde se puede leer: “Nadie tiene amor más grande que quien da la vida por sus amigos”.
De la misma manera se recuerda que el hombre es capaz de las peores atrocidades y no se permitirá que se borre la memoria.
Esta cruz será colocada en la Plaza Hidalgo, frente a Palacio de Gobierno, como un anti monumento más a la impunidad que persiste y crece en el estado de Chihuahua.
Esta cruz es en memoria de los sacerdotes jesuitas El Gallo y Morita, y los ciudadanos Pedro Palma y Paul Berrelleza, asesinados el 20 de junio de 2022, en Cerocahui, Chihuahua.
Nota publicada originalmente en El Heraldo de Chihuahua