Luego de concluir el protocolo de identificación de los tres cuerpos localizados en las inmediaciones del lugar conocido como “pitorreal”, en el municipio de Urique, los cuales corresponden a los dos sacerdotes jesuitas, Javier Campos Morales, y Joaquín César Mora Salazar, así como al guía de turistas Pedro Palma, asesinados el pasado 20 de junio, la Fiscalía de Distrito zona occidente, hizo entrega de manera inmediata de los cuerpos a las personas autorizadas para ello.
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Fue alrededor de las 6 de la tarde del pasado miércoles 22 de junio, cuando los tres cuerpos arribaron a las instalaciones del Servicio Médico Forense ubicado en la ciudad de Cuauhtémoc, en donde dos horas después fue entregado el cuerpo de Pedro Palma a sus familiares, tras su respectiva identificación.
El padre provincial Luis Gerardo Moro, reconoció los cuerpos de las víctimas
Posteriormente a las 2 de la mañana del jueves se hizo lo propio con los cadáveres de los sacerdotes jesuitas, correspondiendo al padre provincial Luis Gerardo Moro, reconocer a las víctimas de homicidio, para luego partir a la comunidad de Cerocahui para establecer la organización de los servicios fúnebres.
Ambos cuerpos fueron trasladados durante la mañana del jueves a las instalaciones de la funeraria “Mausoles Luz Eterna”, en donde se realizó su preparación para luego partir a la ciudad de Chihuahua antes del mediodía del mismo jueves para el desarrollo de los homenajes de cuerpo presente que se prevé desarrollar a partir del sábado 25 de junio en la capital del estado.
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Como se informó previamente, durante el domingo 26 de junio los cuerpos de los clérigos serán trasladados a la comunidad de Cerocahui para los funerales respectivos, mismos que permanecerán durante toda la noche, para que el lunes sean llevados a su última morada en el atrio del templo que fue su recinto por varios años.
La agilidad con la que se llevó a cabo el protocolo de identificación y entrega de los cuerpos, llamó la atención de la población, al señalar que este tipo de trámites se realizan en determinado tiempo de espera en casos “comunes”, sin embargo, por la condición de las víctimas, representa una presión para las autoridades que continúan con los operativos en la sierra de Chihuahua para localizar a los responsables del triple homicidio.