Morena, con Rocío Nahle como su abanderada, busca retener por primera vez la gubernatura de Veracruz, un estado acostumbrado a la alternancia, y repetir la hazaña de 2018, cuando la entidad dio a Andrés Manuel López Obrador la tercer mayor votación: dos millones 59 mil 209 sufragios.
Desde hoy y hasta el 29 de mayo, periodo que comprende la campaña, los veracruzanos escucharán de Rocío Nahle, candidata de la alianza Morena-PT-PVEM, las propuestas que permitirían a la Cuatroté continuar otros seis años en el poder, con la reserva de que tras 86 años de dominio del PRI los veracruzanos han mostrado que no se casan a la primera con un partido político.
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Desde que el PRI terminó su reinado en el estado en 2016, en Veracruz hubo alternancia dos veces: en 2016 llegó al poder el PAN, con Miguel Ángel Yunes Linares en una gubernatura de tres años, y cuando los veracruzanos tuvieron que decidir el 1 de julio de 2018 si continuaba el blanquiazul en el poder optaron por el guinda.
En la elección de 2018, Andrés Manuel López Obrador ganó el estado con poco más de dos millones de sufragios y una diferencia de más de 20 puntos porcentuales. Cuitláhuac García triunfó con apenas seis puntos porcentuales de ventaja, 213 mil 301 votos más de los que obtuvo Miguel Ángel Yunes Márquez, entonces candidato del PAN-PRD.
Rocío Nahle, la exsecretaria de Energía nacida en Zacatecas que sorteó con éxito el obstáculo legal que le impedía competir por Veracruz, tiene ahora la responsabilidad de conservar el estado para Morena. Además, deberá asegurar a Claudia Sheinbaum, la candidata presidencial de su partido, una ventaja similar a la que obtuvo López Obrador en 2018, cuando obtuvo 53.98 por ciento de los votos en la entidad.
José Francisco Yunes Zorrilla, candidato del PRI, quedó muy lejos de Cuitláhuac García en 2018, pues apenas obtuvo 528 mil 663 votos, sin embargo, en 2024 busca la revancha y esta vez cobijado por tres partidos: PRI, PAN y PRD.
Si bien esta vez Yunes Zorrilla busca ganar la gubernatura con el apoyo del blanquiazul y el Sol Azteca, la cepa priista del candidato podría jugarle en contra, pues el PRI en el estado es una marca gastada, luego de que Javier Duarte de Ochoa, gobernador de Veracruz del 1 de diciembre de 2010 al 12 de octubre de 2016 emanado del tricolor, fue condenado a nueve años de prisión por asociación delictuosa y operaciones con recursos de procedencia ilícita.
La Fiscalía General de la República le decomisó a Duarte de Ochoa 41 inmuebles relacionados con las operaciones con recursos de procedencia ilícita y le impuso una multa de 58 mil pesos. El exgobernador priista también enfrenta acusaciones por el delito de desaparición forzada de personas, pues la Fiscalía de Veracruz le imputó en 2022 el ilícito y el proceso sigue en curso.
También el gobernador interino Flavino Ríos Alvarado, quien estuvo en el poder del 12 de octubre de 2016 al 30 de noviembre de 2016, cuando Duarte pidió licencia, enfrentó a la justicia. La Fiscalía General del Estado lo acusó de facilitar un helicóptero para que Javier Duarte se fugara, pero el 15 de marzo de 2019 un juez lo exoneró de los delitos de incumplimiento de un deber legal y tráfico de influencias.
Veracruz llega a la elección en la que tendrá que elegir entre quedarse con Morena otros seis años o regresar al PRI, de la mano de Yunes Zorrilla.
En la contienda por la gubernatura de Veracruz también está Hipólito Deschamps, candidato de Movimiento Ciudadano, sin embargo, la elección de 2018 evidenció que la fuerza del partido naranja es débil, pues no postuló a un candidato propio y en su lugar se sumó Miguel Ángel Márquez, quien perdió ante Cuitláhuac García.
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PESO ECONÓMICO Y POLÍTICO
En términos económicos, la entidad es la sexta que más aportó al Producto Interno Bruto (PIB) en 2022, con 1.2 billones de pesos (4.2 por ciento).
Con seis millones 79 mil 912 ciudadanos convocados a las urnas el 2 de junio,Veracruz es el estado con la cuarta lista nominal más grande del país, solo detrás del Estado de México, Ciudad de México y Jalisco.
