"Estás atiriciado (a)" es un término común que solemos utilizar cuando una persona se encuentra triste por alguna situación, pero ¿sabías que la palabra "tiricia" no solo hace referencia a una serie de síntomas físicos, sino que también lleva consigo un trasfondo cultural y terapéutico tradicional?
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¿Qué es la tiricia?
La "tiricia", más allá de ser un conjunto de síntomas asociados a una enfermedad, es un padecimiento que involucra situaciones de la vida cotidiana y las creencias ancestrales de la región. La tiricia se manifiesta como un estado de falta de apetito, cansancio y palidez, síntomas que a menudo van de la mano con sentimientos de tristeza, desilusión y mal humor.
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En Chihuahua es común escuchar comentarios alrededor de una persona que atraviesa por por una situación de tristeza: Un rompimiento amoroso, la muerte de un ser querido; simplemente la pérdida de algo valioso lleva a un estado de tristeza y nostalgia que es suficiente para que los demás asuman que "estás atiriciado".
También se dice que este mal puede sobrevenir a causa de diversos factores como un susto repentino, una preocupación persistente. También puede presentarse en personas que están recuperándose de enfermedades prolongadas o después de haber padecido cuadros febriles, por esto y más la tiricia se considera que está ligada directamente con el estado físico y el estado emocional de quienes la padecen.
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¿La tiricia es tratable?
Muchos piensan que es cuestión de tiempo para que el estado de tiricia pase, pero te sorprenderá saber que existen terapias para tratar la tiricia, por ejemplo el uso de baños como método terapéutico; mientras que en otros lugares del país, dependiendo de los usos y costumbres locales se toman medidas al respecto.
En Chiapas, por ejemplo, existe un procedimiento para tratar la tiricia, en él se debe sacudir el rocío de una planta de ruda sobre el paciente todos los días, con la esperanza de que gradualmente se libere de los estados emocionales que lo hacen sentir mal, pero, además este ritual se acompaña de baños al amanecer y la toma de infusiones de azahar en ayunas, buscando una curación que va más allá del estado físico.
A pesar de que el diccionario define la tiricia como sinónimo de ictericia, los estudios actuales realizados en México muestran que este padecimiento va más allá de la amarillez de la piel.
Investigaciones señalan que la tiricia es un estado típico en pacientes convalecientes, por lo que sugieren que la tiricia pueda equipararse a lo que se reconoce como anorexia, ya que conlleva una notable pérdida de apetito asociada a enfermedades infecciosas y/o problemas psicoafectivos.
Como puedes ver, la tiricia es más que un término basado en síntomas físicos y emocionales sino que hay toda una forma de tratar esos síntomas con el objetivo de que la persona afectada alcance un estado de equilibrio físico y mental que le permitan retomar sus actividades del día a día y ser funcional.
Cada localidad, dependiendo de los usos, costumbres y tradiciones buscará curar esos síntomas para devolver al paciente la vitalidad y entusiasmo por la vida.
