Desde hace ya varios meses, la humanidad entera ha tratado de sobrellevar la "nueva normalidad" en medio del temor a contraer el virus. Si bien, con la llegada de las vacunas, la situación ha ido mejorando, no podemos negar que nos enfrentamos a un panorama muy desgastante a nivel psicológico, tanto es así que ya incluso hay un término médico para este padecimiento, al cual se le ha denominado como "fatiga pandémica".
Para la mayoría de nosotros, adaptarse a vivir en medio de una pandemia no ha resultado nada sencillo, grandes sacrificios han sido necesarios para conservar nuestra salud y la de nuestros seres queridos; ¿Quién no extraña ir al cine, a un concierto o poder caminar libremente por las calles sin utilizar un cubrebocas?
Lamentablemente, la situación sanitaria nos obliga a acatar medidas de restricción para frenar la ola de contagios, lo que ha originado que muchas personas, sobre todo jóvenes, sean cada vez más propensos a padecer depresión, apatía y desmotivación tras el encierro prolongado y el miedo latente a caer víctimas del Covid-19.
El doctor Hans Kluge, director regional de la Organización Mundial de la Salud para Europa, dice que muchos “han hecho grandes esfuerzos para contener el Covid-19”. Y señala que:“Es fácil y natural sentirse apático y desmotivado, experimentar fatiga”.
¿Cuáles son los síntomas de la fatiga pandémica?
La fatiga pandémica no es realmente una enfermedad o trastorno mental, sino más bien, una reacción natural que los seres humanos padecemos por la situación prolongada de cambios e incertidumbre ocasionados por la pandemia. Desde la nostalgia por salir con nuestros amigos, hasta el temor a que nuestros seres queridos caigan enfermos, o peor aún, llegar a perder a alguien importante a causa de esta enfermedad; sin embargo, hay algunos signos y síntomas que suelen manifestarse más comúnmente, entre los que se incluyen los siguientes:
- Irritabilidad.
-Desesperanza.
-Falta de motivación.
-Pérdida del apetito.
-Estrés.
-Dificultad para concentrarse en las tareas cotidianas.
- Insomnio o dificultad para conciliar el sueño.
¿Qué peligros tiene el padecer esta condición?
La fatiga pandémica puede resultar peligrosa, ya que si no luchamos contra ella, poco a poco vamos cayendo en un estado de descuido personal, similar a una depresión crónica, lo cual puede llevarnos a ignorar las medidas sanitarias, o actuar de modo irreflexivo, con el riesgo de contraer el virus más fácilmente.
¿Cómo puedo evitar la fatiga pandémica?
Lo mejor es tratar de mantener una actitud positiva, pero en ocasiones puede ser necesario acudir con un profesional de la salud, dependiendo de la severidad del problema.
Lo más importante, es no sentirse solo, aún en pleno confinamiento es necesario mantener comunicación con amigos y familiares que nos brinden apoyo, pero sobre todo, no perder las esperanzas.
Aunque la situación parezca no tener fin, lo mejor que podemos hacer es no bajar la guardia para evitar llegar de nuevo a semáforo rojo. Debemos mantenernos unidos para sobrellevar esta amenaza, y quizás con el tiempo, nuestras vidas puedan volver a la normalidad.
