Los ríos, testigos mudos del paso del tiempo, han desempeñado un papel crucial en la historia y desarrollo de las comunidades que bordean sus cauces. Uno de estos cursos fluviales significativos es el Río Parral, cuya travesía por el estado de Chihuahua deja huella en su geografía y en la memoria de sus habitantes. Desde su origen en el municipio de Hidalgo del Parral hasta su desembocadura en el Río Conchos, el Río Parral ha sido tanto fuente de vida como causa de desastres a lo largo de los años.
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¿Por dónde pasa el Río Parral?
El Río Parral, bautizado por el municipio que lo ve nacer, toma su origen en la Presa Parral, vital para el abastecimiento de agua potable en la ciudad homónima. Durante las lluvias, la presa supera su capacidad y da vida al río, cuyo curso atraviesa Hidalgo del Parral, siendo un elemento central en la configuración urbana de la ciudad hasta alcanzar la comunidad de Guillermo Baca.
Continuando su curso, el río se adentra en el municipio de Allende, beneficiando a comunidades como Estación Dorado y Colonia Progreso. Aunque no pasa directamente por la cabecera municipal, su influencia se hace sentir en varias localidades. Posteriormente, el Río Parral llega a los límites de Jiménez, fluyendo cerca de la comunidad Colonia Búfalo, conocida por su conexión con el narcotraficante Caro Quintero.
Dirigiéndose al norte, el río alcanza el municipio de Camargo, donde se encuentra con el Río Conchos, marcando el final de su recorrido.
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Inundaciones causadas por el Río Parral
A pesar de su importancia como fuente de agua, el Río Parral atraviesa una realidad preocupante. La mayor parte del año transcurre en sequía, pero en temporada de lluvias, se convierte en una fuerza desbordante, recordando eventos históricos trágicos.
La ciudad de Parral ha enfrentado inundaciones a lo largo del tiempo, siendo las primeras registradas en 1794, 1832 y 1837, aunque con poca información sobre su magnitud y víctimas. La cuarta gran inundación ocurrió en 1928, seguida por otra en 1932, donde el desastre afectó un aproximado de 250 viviendas y edificios. Las inundaciones de 1936 fueron aún más devastadoras, alcanzando niveles nunca antes vistos, llegando hasta lo que hoy son las canchas del Club Río de Janeiro.
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La más impactante fue en 1944, dejando 31 personas fallecidas y alrededor de mil casas destruidas. Héroes como Jesús Valdez "El Cuadrado" emergieron, aunque lamentablemente perdió la vida al ser electrocutado mientras realizaba labores de rescate.
En agosto del 2008, la "Inundación del Agosto Negro" marcó otro capítulo trágico en la historia de Parral. Las intensas lluvias desbordaron el río, afectando áreas como el arroyo El Alamillo, dejando un saldo desolador en el Panteón de Dolores, donde al menos dos mil 127 tumbas fueron afectadas.
El Río Parral, testigo de la historia y la vida en Chihuahua, es un recordatorio constante de la dualidad entre su papel beneficioso como fuente de agua y los desafíos que representa en temporada de lluvias. La gestión adecuada de este recurso natural es esencial para garantizar la seguridad y bienestar de las comunidades que dependen de él, honrando la memoria de aquellos que han enfrentado las furias del río a lo largo de los años.
