Entre los paralelos 26 y 28 de los estados de Chihuahua y Durango, en territorios del área natural protegida del Bolsón de Mapimí, en la enigmática Zona del Silencio, crece una planta igual de fascinante y rara que el conocido nopal morado, se trata de una especie conocida como cardenche.
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"Cylindropuntia kelvinensis" por su nombre científico, comúnmente conocido por los habitantes del desierto como cardenche, es una planta que crece en gran parte del desierto chihuahuense; pero únicamente dentro de la Zona del Silencio se presenta con un color entre morado, magenta y a veces hasta rosa.
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Al igual que el nopal morado, el cardeneche adquiere esta coloración espectacular, atribuida erróneamente a fenómenos “extraterrestres” o “mágicos”, derivado de la ausencia del agua a la que están sometidos en el desierto.
Las largas temporadas de sequía en el Bolsón de Mapimí, lugar donde la precipitación media anual es de 264 milímetros, con una máxima de 512 mm. y una mínima de 80 mm. con un promedio anual de 40 días de lluvia, generan que cactáceas como el famoso nopal morado, así como cardenches y algunas biznagas registren una coloración morada.
Año con año, la promoción de la Zona del Silencio, que no es más que el corazón del Bolsón de Mapimí, atrae cientos de turistas, que ponen en peligro la subsistencia de la fauna y flora, al sustraer cactáceas como los nopales morados y cardeches morados.
Asimismo, el Bolsón de Mapimí contiene una alta biodiversidad, siendo donde se distribuye la tortuga del bolsón (Gopherus flavomarginatus) y la lagartija de las dunas (Uma paraphygas), además de ser un hábitat para 200 especies de aves, todas ellas representativas del Altiplano Mexicano y para alrededor de 405 especies de plantas, entre las que destacan algunas especies protegidas por la Semarnat.
Las características principales de los cardenches, en especial el que se da en la Zona del Silencio, que registra una coloración morada, es su tamaño de entre un metro a un metro y medio de alto, con ramificaciones cilíndricas en ramas que forman un pequeño árbol, con abundantes espinas.
Durante la temporada de primavera-verano, el cardenche entra en etapa de floración, para tiempo después dar un fruto de nombre tuna o pitahya, con un sabor dulce-ácido, el cual es considerado como uno de los pocos manjares del desierto.
Al morir la planta por causas naturales o de sequía extrema, deja un tallo hueco de madera maciza con múltiples ranuras, el cual es utilizado para la elaboración de adornos para casa, por sus peculiares características.
Bajo un clima extremo, donde el calor y la falta de agua harían morir a cualquier ser vivo, el cardenche y nopal morados ofrecen todo un espectáculo visual por su gama de colores magenta-violeta.
