Se acerca la Navidad y con ello aflora el deseo de compartir y reunirse con los seres amados; sin embargo, en esa inmensa alegría también surge la incertidumbre en quienes fungen como sustento de la casa y el sueldo de una persona no es suficiente para comprar la cena y los regalos para los pequeños, quienes anhelan la llegada del Niño Dios, y al levantarse poder encontrar al filo del árbol aquello que más desean.
Nuevamente la pandemia continúa afectando el curso de lo cotidiano, la situación económica acentúa las dificultades que se presentan día a día, pues hay que adquirir los regalos y la cena para Navidad a costa de trabajar más horas; sin embargo, aunque el cansancio se haga presente, la sonrisa de los niños es el motor que imprime energía para volver a comenzar.
Los pequeños conscientes de las dificultades que se presentan, aguardan en su corazón la mínima esperanza de poder abrir los regalos que han esperado durante todo el año en vísperas de esta gran fiesta, los niños que habitan en una pequeña casa ubicada en la calle Derechos Humanos número nueve de la colonia Che Guevar,a ya comienzan a contar los días para la esperada llegada del Niño Dios.
Alexis de nueve años, a pesar de que faltan algunos días para la Navidad, con anterioridad realizó la carta en donde expone aquello que más desea; un carro de control remoto, enfatizando que incluya las pilas, ya que el año pasado le trajeron un carro pero sin batería, por lo que su alegría fue a medias.
A la pequeña Yesenia, de tan solo cuatro año, se le dibuja una sonrisa al decir que lo que más desea es una Barbie Lady Bug y Cat Noir, ya que son las caricaturas que más le gustan, además argumentó que durante todo el año se portó bien, por eso no existe en ella alguna razón para no recibir su regalo.
Sin embargo, también está la más pequeña de la casa, Aranza de un año dos meses, cuya madre se separó de su esposo, por lo que el mantener a su hija con ayuda de sus padres ha sido difícil, pero el deseo de sacarla adelante es más fuerte que las adversidades, es por ello que solicitó un portabebé o una carriola, ya que poco a poco va creciendo y se vuelve más complicado poderla cargar durante todo el día para realizar los quehaceres del hogar.
La familia con anticipación comienza ahorrar para distribuirlo en todos los gastos que se avecinan, el único sustento proviene del padre de estos pequeños que trabaja en una ladrillera donde el empleo también ha estado escaso, debido a las condiciones sanitarias, la pandemia ha sido un episodio difícil de superar para el mundo, pero se vuelve una lucha titánica para los más vulnerables.
Este año para celebrarlo de una manera diferente la familia solicitó un pavo, ya que por lo regular preparan tamales para que la fecha no pase desapercibida, “Tratamos de comer algo diferente para sentir que es Navidad”, señalan.
Es así, como esta familia conformada por seis integrantes, aun y con las dificultades que durante este año se presentaron, permanecen unidos con la intención de que al calor del hogar, los ánimos se reconforten para volver a comenzar.
En caso de querer ayudar a la familia, pueden llamar al número 627 132 4265 con la señora Judith.