La nieve nunca deja de sorprender, así sea en un simple terreno el paisaje cambia totalmente si se cubre de blanco, como en Sedona hace un par de semanas.
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Desde hace unos días el frío provocó nevadas en algunas partes de México y en Estados Unidos, lo que tuvo como consecuencia vistas maravillosas.
Uno de los lugares turísticos más famosos en Arizona, sin duda es Sedona, una ciudad en el desierto muy cerca de Flagstaff.
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La nieve cubrió los grandes cañones de paredes rojizos que caracterizan la zona y los cambió a color blanco, lo que tuvo como resultado un paisaje digno de ser fotografiado.
Sedona, un paraíso para los turistas
Para muchos turistas, Sedona es considerado un verdadero oasis y un paraíso al que todo aquel que lo visita siempre tiene ganas de volver.
Se ubica al centro del gran desierto de Arizona y cuenta con resorts, spas, grandes cañones y formaciones rocosas en un tono rojizo.
El famoso Bell Rock y el Oak Creek Canyon, son los lugares perfectos para realizar largas caminatas mientras se disfruta de una bella vista.
La Región de Roca Rojiza, como algunos la llaman, no sólo es reconocida por sus increíbles paisajes, sino que cuenta con una historia nativa americana que la hace aún más interesante.
En esta zona se pueden realizar gran variedad de deportes y actividades al aire libre, ya sea rentar una motocicleta o un buggy para recorrer el Gran Cañón del lugar o cualquier otro sitio de interés, como el Monumento Nacional de Wupakti y Sunset Creater.
Para tener una vista panorámica, puedes pasear en un globo aéreo entre los grandes cañones rojizos y vivir una inolvidable experiencia.
En general, es el lugar perfecto para los amantes del senderismo, ciclismo, deportes, actividades recreativas o para aquellos que simplemente desean salir de la rutina y conocer nuevos lugares.
Organiza tu viaje y disfruta de los paisajes de Sedona
Si bien en México la nieve deja paisajes similares a los de una película navideña, no es mala idea darse un respiro y conocer nuevos lugares.
De Hermosillo a Sedona, Arizona, son un total de 754 kilómetros por la carretera internacional que lleva a Tucson, lo que equivale aproximadamente a 8 horas de camino.
Otra ruta que se puede tomar pero un poco más larga, es en dirección a Sonoyta, con una distancia de 840 kilómetros, lo que significa que sería una hora más de camino.
Siempre está la opción de tomar un vuelo y ahorrarse un poco más de tiempo pero no de dinero, por ejemplo desde el aeropuerto de Hermosillo al de Flagstaff, son un total de 4 horas.
En todos los casos, la experiencia del viaje valdrá la pena una vez que se llegue al destino, más si Sedona se encuentra cubierto de nieve.
Publicado originalmente en: El Sol de Hermosillo
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