/ jueves 13 de febrero de 2020

Don Quijote nos invita a leer

En 1988, al finalizar el periodo presidencial de Miguel de la Madrid Hurtado e iniciando como Gobernador Constitucional del estado de Chihuahua, Patricio Martínez García, es cuando tiene su génesis el Programa Estatal de Lectura “Don Quijote nos invita a leer”. Cuyo objetivo es dar respuesta a esa necesidad de fomentar la lectura y por ende la escritura en todos los habitantes de Chihuahua. Esta obra universal fue escrita la primera parte en 1604 y la segunda en 1615 por Miguel de Cervantes Saavedra; entraña grandes enseñanzas sobre valores, virtudes, e imperfecciones humanas, tales como: el amor, la solidaridad, la envidia, la justicia, entre otros. En cada uno de sus capítulos pueden extraerse enseñanzas, moralejas y aprendizajes que, a pesar del tiempo transcurrido, siguen encontrando su cauce de aplicación en la vida actual.

Como ejemplo, me permito hacer una breve cita: “Como no estás experimentado en las cosas del mundo, todas las cosas que tienen algo de dificultad parecen imposible”.

De tal forma, que se convocó al sector educativo a implementar su lectura, tarea generalmente asignada al maestro de español, quien debía preparar secuencias didácticas para una lectura lenta, reflexiva, que permitiera analizar y comprender el significado y trascendencia de la misma. Los ganadores eran seleccionados con base a los resultados emanados de un riguroso examen oral que debía presentarse ante los jurados del evento.

Al paso del tiempo la convocatoria ha sufrido algunas modificaciones, sobre todo en los premios otorgados, ya que, con anterioridad, los ganadores del primer lugar se hacían acreedores a un viaje a España totalmente pagado; hoy en día, se otorgan premios en efectivo, becas económicas, computadoras y libros.

Se convoca a educación preescolar, primaria, media superior, escuelas normales, integrantes del colectivo escolar, padres de familia, abuelos, tutores a participar en “cuentos, voces y narrativa de experiencias pedagógicas”, donde cada participante, inscrito en tiempo y forma, deberá leer al menos cinco libros e ir transitando por las eliminatorias señaladas.

Estamos por concluir la etapa escolar de la convocatoria XXII, las estadísticas muestran un aumento muy considerable en los registros, desafortunadamente, y de acuerdo a mi experiencia docente, existe mucha falacia y simulación, ya que muchos pueden inscribirse, pero son pocos los que inician, perseveran y alcanzan el cometido.

Sigue percibiéndose, en la mayoría de los casos, como una carga extra de trabajo y no como una actividad permanente e interdisciplinaria que desarrolla y fomenta el hábito lector.

Como integrantes de la comunidad, todos tenemos cabida en estos eventos, sumémonos al proyecto, generalmente, es en el mes de noviembre cuando concluyen las inscripciones.

Finalizo este breve pasaje con una cita de nuestro caballero andante:

"El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho"

En 1988, al finalizar el periodo presidencial de Miguel de la Madrid Hurtado e iniciando como Gobernador Constitucional del estado de Chihuahua, Patricio Martínez García, es cuando tiene su génesis el Programa Estatal de Lectura “Don Quijote nos invita a leer”. Cuyo objetivo es dar respuesta a esa necesidad de fomentar la lectura y por ende la escritura en todos los habitantes de Chihuahua. Esta obra universal fue escrita la primera parte en 1604 y la segunda en 1615 por Miguel de Cervantes Saavedra; entraña grandes enseñanzas sobre valores, virtudes, e imperfecciones humanas, tales como: el amor, la solidaridad, la envidia, la justicia, entre otros. En cada uno de sus capítulos pueden extraerse enseñanzas, moralejas y aprendizajes que, a pesar del tiempo transcurrido, siguen encontrando su cauce de aplicación en la vida actual.

Como ejemplo, me permito hacer una breve cita: “Como no estás experimentado en las cosas del mundo, todas las cosas que tienen algo de dificultad parecen imposible”.

De tal forma, que se convocó al sector educativo a implementar su lectura, tarea generalmente asignada al maestro de español, quien debía preparar secuencias didácticas para una lectura lenta, reflexiva, que permitiera analizar y comprender el significado y trascendencia de la misma. Los ganadores eran seleccionados con base a los resultados emanados de un riguroso examen oral que debía presentarse ante los jurados del evento.

Al paso del tiempo la convocatoria ha sufrido algunas modificaciones, sobre todo en los premios otorgados, ya que, con anterioridad, los ganadores del primer lugar se hacían acreedores a un viaje a España totalmente pagado; hoy en día, se otorgan premios en efectivo, becas económicas, computadoras y libros.

Se convoca a educación preescolar, primaria, media superior, escuelas normales, integrantes del colectivo escolar, padres de familia, abuelos, tutores a participar en “cuentos, voces y narrativa de experiencias pedagógicas”, donde cada participante, inscrito en tiempo y forma, deberá leer al menos cinco libros e ir transitando por las eliminatorias señaladas.

Estamos por concluir la etapa escolar de la convocatoria XXII, las estadísticas muestran un aumento muy considerable en los registros, desafortunadamente, y de acuerdo a mi experiencia docente, existe mucha falacia y simulación, ya que muchos pueden inscribirse, pero son pocos los que inician, perseveran y alcanzan el cometido.

Sigue percibiéndose, en la mayoría de los casos, como una carga extra de trabajo y no como una actividad permanente e interdisciplinaria que desarrolla y fomenta el hábito lector.

Como integrantes de la comunidad, todos tenemos cabida en estos eventos, sumémonos al proyecto, generalmente, es en el mes de noviembre cuando concluyen las inscripciones.

Finalizo este breve pasaje con una cita de nuestro caballero andante:

"El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho"

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