La violencia contra las mujeres y las niñas es una de las violaciones de los derechos humanos más graves, extendida, arraigada y tolerada en el mundo. A nivel global, 1 de cada 3 mujeres han sufrido violencia física y/o sexual. Todas las mujeres y las niñas del mundo, sin importar su origen, edad, condiciones sociales, religión u orientación sexual, están expuestas al riesgo de ser víctimas de violencia.
Sin embargo, la evidencia indica que la intersección de diferentes características como, la orientación sexual, la discapacidad, la pobreza o estatus migratorio, entre otros, pueden aumentar la vulnerabilidad de las mujeres ante la violencia y generar barreras adicionales para acceder a la justicia o a servicios de apoyo.
El acoso sexual es parte del continuum de violencia contra las mujeres que va desde los comentarios sexuales indeseados y chiflidos, pasando por tocamientos, llegando hasta violaciones, y pudiendo resultar en el acto más grave, el feminicidio.
Una de las formas de violencia contra las mujeres más normalizada en todo el mundo es la violencia sexual que ocurre en los espacios públicos de todas las ciudades. Las mujeres sufren diversos tipos de violencia sexual en las calles, en el transporte público, en las plazas, en los parques y en otros espacios públicos o comunitarios.
El programa Ciudades y Espacios Públicos Seguros para Mujeres y Niñas de ONU Mujeres busca prevenir y eliminar la violencia sexual en los espacios públicos para que las mujeres y niñas puedan disfrutar de su derecho a acceder a todas las oportunidades que ofrecen las ciudades y de moverse y trasladarse en sus vidas cotidianas, libres de acoso sexual y de violencia sexual.
Los datos que arrojan los diagnósticos que se realizan en la primera etapa del programa son contundentes. En la Ciudad de México, 96% de las mujeres encuestadas han experimentado alguna forma de violencia sexual al menos una vez a lo largo de su vida.
En Puebla, 60% de las mujeres encuestadas tiene temor a sufrir acoso sexual y otras formas de violencia sexual en los espacios públicos de la ciudad. En Guadalajara, 81% de las mujeres encuestadas han experimentado alguna forma de violencia o acoso sexual alguna vez en su vida mientras recorría el centro histórico.
Muchas mujeres dejan de salir solas, cambian su vestimenta e incluso dejan de participar en sus actividades cotidianas por el temor de ser agredidas. En Guadalajara, 83% de las mujeres intentan salir acompañadas, mientras que 13% afirma haber dejado de trabajar o estudiar. En la Ciudad de México, 25% no sale de noche y 28% busca andar acompañada en el transporte.
El efecto de la violencia sexual a la que se enfrentan las mujeres es tal, que invertir en la prevención del acoso sexual en los espacios públicos resulta urgente y crucial; no solo porque las mujeres tienen el derecho de salir de noche, de caminar en las ciudades y de vestirse como quieran sin ser objetos de la violencia machista, sino porque la prevención del acoso sexual en los espacios públicos y la inversión para que éstos sean seguros para las mujeres y las niñas, es indispensable para generar una cultura de cero tolerancia frente a otras formas de violencia y para alcanzar sociedades igualitarias con desarrollo sostenible.
Este año, en el marco del 25 de noviembre, Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres y las Niñas, bajo el lema “#EscúchameTambién”, desde ONU Mujeres hacemos un llamado a escucharlas voces de todas las mujeres activistas y sobrevivientes, de todas las identidades.
Los movimientos como #MeToo y #NiUnaMenos han empoderado a millones de mujeres por el mundo para alzar la voz y para compartir sus experiencias de violencia,y ahora, es nuestro momento de escucharlas.
*Coordinadora del Programa Ciudades Seguras, ONU Mujeres México
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