Familiares del caso Ayotzinapa reconocen promesa de justicia de Anaya y AMLO

A 45 meses de la tragedia, ven voluntad en el candidato de Morena, dijo el abogado de los familiares

EFE

  · martes 26 de junio de 2018

Foto: Archivo Cuartoscuro

Los padres de los 43 estudiantes de la escuela para maestros de Ayotzinapa desaparecidos en septiembre de 2014 expresaron hoy su confianza de que el cambio de Gobierno en México haga avanzar la investigación y el caso.

En una marcha celebrada con motivo de los 45 meses del fatídico hecho, señalaron haber visto voluntad en el candidato presidencial izquierdista Andrés Manuel López Obrador, primero en intención del voto para los comicios de este 1 de julio, y en menor medida del conservador Ricardo Anaya.

"Esperamos que pudiera haber un cambio de Gobierno (presidente) y quien llegue tenga la voluntad de avanzar en la investigación", declaró a Efe Vidulfo Rosales, abogado de los familiares.

"No ha habido voluntad de este régimen (que encabeza el presidente Enrique Peña Nieto) para resolver este conflicto, han pasado tres años con investigaciones irregulares e inconsistentes que han impedido llegar a la verdad", sostuvo.

Rosales recordó que López Obrador fue el único que se pronunció por la creación de una comisión de la verdad, mientras que Anaya manifestó su compromiso para resolver el caso.

"La llegada de uno o de otro puede representar la oportunidad para sentar las bases y trazar nuevas líneas de investigación que nos permitan saber que pasó aquella noche", apuntó.

Rosales dijo que los padres consideran "necesario reunirse y platicar con el equipo de transición" del Gobierno que llegue y un punto de partida puede ser la resolución del tribunal que ordenó reponer el proceso y crear la Comisión de la verdad.

Una semana más tarde, un juez federal ordenó la liberación de cuatro implicados en la desaparición de los estudiantes por falta de elementos probatorios en su contra.

Según la versión oficial, la noche del 26 de septiembre de 2014 policías corruptos arrestaron a los estudiantes en Iguala, sureño estado de Guerrero, y los entregaron a miembros del cártel Guerreros Unidos, que los asesinaron e incineraron en un basurero.

Los padres de las víctimas y organismos internacionales denunciaron irregularidades en las pesquisas y pidieron que se abran nuevas líneas de investigación, y expertos demostraron científicamente imposible la quema de 43 cuerpos en este vertedero.