Buscan mantener la tradición de realizar el ritual de Los Voladores de Papantla. El grupo “Hermanos García” tiene ya cuatro generaciones dedicándose a esta actividad.
La tradición del ritual “Voladores de Papantla” está asociado a la fertilidad; no obstante, según los registros antropológicos, la danza existía con otras características y fue relacionada al culto religioso en la era Posclásica.
Esta celebración va acompañada de danzas y música, además utilizar un tronco llamado “Palo volador”, donde se ajustan varias piezas como una base de madera, una cruz, un pivote o manzana, los cuales se unen para posibilitar el giro deseado; además usar una escalera anclada al palo.
Vicente García, quien es volador, mencionó que esta tradición es más que una simple actividad, ya que mezcla rituales de danza y música, así como la representación de los cuatro puntos cardinales.
Señaló que en cada grupo debe estar conformado, por lo menos, por cinco integrantes, ya que cuatro de ellos representaran los cuatro puntos cardinales: Norte, Sur, Este y Oeste. Además contar con el “Caporal”, quien se ubica en la cima del palo representando “el centro de todo”.
Explicó que este ritual se realiza a más de 20 metros de altura, en donde el “Caporal” debe hacer una señal a los puntos Cardinales, cada señal que éste hace se debe realizar una acrobacia, la cual es que uno de los voladores se lance al vacío, sujetado de la cintura, boca abajo y afianzándose con las piernas.
Asimismo, indicó que deberá girar 13 veces cada uno de ellos simulando descender por los 13 cielos del dios Sol, que multiplicado por los cuatro voladores da el resultado de 52 giros, número que es el símbolo del ciclo de 52 años del calendario indígena también conocido como Xiuhmolpili.
Destacó que el ritual finaliza cuando los participantes empiezan a “abrir” el círculo hasta tocar el suelo, si los espectadores aplauden alguno de los voladores doblan las piernas y se toca los pies con las manos, siendo ésta una maniobra muy difícil que sólo puede durar unos segundos.
Dijo que en raras ocasiones algunos danzantes haciendo muestra de su valentía se atreven a lanzarse sin amarre alguno a la cintura, haciendo solo un circulo con un lazo a manera que no se desate e introducen solamente una pierna; esta maniobra es muy peligrosa, por lo que lo hacen con el fin de innovar y distinguirse a los demás grupos.
Por último, expresó que el ritual Volador no se limita a la danza, ya que la obtención e instalación del palo conlleva gran solemnidad, pues es cortado en terrenos fuera de la región de la comunidad que requiere otro ritual.
La danza de la Voladora cuenta con gran cantidad de sones, que son la cantidad de lenguas indígenas que se hablan en nuestro país; pero al igual que las lenguas no todos los sones son bailados por los Voladores, pues con el paso de los años nuestros antepasados no las comunican a las demás generaciones.
Vicente García, acompañado por su padre Mario García, y sus acompañantes y amigos José Luis Olmeda, Gabino García Hernández y Gerardo García buscan mantener viva la tradición que por cuatro generaciones han realizado de oficio como Voladores de Papantla.
