Al festejarse hoy el Día de la Educadora, para la profesora Olivia Sáenz Córdova, quien tiene 30 años de servicio, “es una profesión que requiere vocación y pasión, así como ética y profesionalismo para atender a la niñez de México.
Vocación y pasión, es el lema para la educadora Olivia Sáenz, quien comentó que la profesión de enseñar a los más pequeños requiere ética y profesionalismo que son la clave para cualquier nivel educativo para atender a los estudiantes o a los niños con quienes trabajamos.
“La profesión de la educadora aparte de ser muy bella, bendecida, es demandante porque trabajar con los niños es importante; estamos fomentando las bases de la niñez de México, se trabaja tanto en los valores como en hábitos y capacidades de ellos para llegar a tener una formación sólida. No sólo académica, sino una formación emocional y social para que lleguen a ser mejores personas.”
Añadió que las educadoras (aunque también hay varones), la misión es prepararlos para tiempos tan fuertes y difíciles que estamos viviendo; “el educador debe estar constantemente capacitándose una formación continua para ayudar a las nuevas generaciones, en una sociedad que cada vez más demandante”, sentenció.
Dijo que el amor de los niños llega al punto en que nos llegan a decir mami, mamá o abuela; eso nos enternece mucho porque nos están comparando con algo muy valioso en la vida de los niños, me ha tocado conocer familias de todos los niveles económicos con problemáticas muy diferentes y eso también deja una enseñanza a uno como educadora.
“Ha cambiado mucho el sistema educativo antes en mi formación yo planificaba mi trabajo tomando en cuenta las características de los niños; ahora con la integralidad más formal se debe dar los espacios a todos los niños, con condiciones específicas, condiciones de vida y salud, los cuales se tienen que atender, trabajamos con un nuevo diseño universal de aprendizaje, el cual va enfocado a la inclusión de todos los niños. Para brindarle esas herramientas que ellos necesitan para poderse desenvolver en la sociedad.”
Para la maestra Olivia Sáenz se necesita vocación y pasión, ella no pensó llegar a realizar, ya que se inclinaba más por ser enfermera, debido a que su mamá estuvo estudiando un curso de primeros auxilios; pero se decidió por entrar a la Escuela Normal “Miguel Hidalgo” y al tener unos maestros maravillosos en ese tiempo le fueron inculcando el amor a su profesión; ella fue de la generación 85-89 para después estudiar la licenciatura en la UPN, generación 94- 98 y comenzar su carrera llena de éxitos en el mundo de la educación. Actualmente la maestra continúa ejerciendo su pasión enseñando a los niños del preescolar “María Montessori”.