Vandalizados al menos el 90 por ciento de los camiones urbanos con uno o varios vidrios rotos, tras ser tomados los choferes con represalias luego de que estos impidan aborde más del aforo permitido por la pandemia, el líder de dicho gremio en la ciudad, externó que a pesar de que hay días que no sacan ni para los gastos de la unidad, todavía deben hacer reparaciones por daños ocasionados de los mismo usuarios inconformes que no se les permitió abordar.
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Las necesidades de la sociedad o de los pilares económicos en cada familia, superan en distintos casos las limitantes impuesta por el gobierno en torno al aforo u ocupación máxima que se permiten en ciertos sitios, tal es el caso del transporte urbano en la ciudad.
Este se ha visto afectado junto con sus choferes, ya sea por daños materiales y siniestros causados por la misma sociedad inconforme, luego de que no se les permita abordar tras encontrarse la unidad al 60 por ciento de la capacidad permitida, ello según las medidas de sanidad dadas por las instituciones de salud a nivel entidad.
Aunado a lo anterior de “rayadas de madre” e insultos no bajan a quienes brindan el servicio aún y cuando explican al usuario próximo a abordar por qué ya no puede subir evitando el sobrecupo permitido, según explicó el representante del gremio de transportistas en Parral; Josué Ontiveros.
Todo lo referido anteriormente viene a desembocar en hechos con acciones, el cual trata de afectaciones materiales a las mismas unidades de transporte que son vandalizadas con rocas, dejando vidrios rotos y abolladuras en las láminas.
Según explicó Ontiveros, entre los casos más alarmantes se encuentra uno suscitado en el sector de la Zapata en semanas pasadas, donde el chofer evitó que una persona abordara cuidando el límite establecido. Al volver más tarde por el sitio sintió cómo de repente una roca impactó un vidrio del camión, identificando a lo lejos a quien parecía ser el mismo individuo que se quedó sin poder subir horas antes.
Casos de este tipo se han dado por toda la ciudad y en todas las rutas, aseguró el representante del gremio, debido a que de las 37 unidades con las que se cuentan, 33 han sufrido una afectación derivado de donde no se les permite abordar, eso representa un 90 por ciento del total de la flota existente en Parral.
Para adornar con cereza el pastel, el poco ingreso recabado al no llevar en un solo viaje a tanta gente como sea posible, los mismos guiadores han tenido que aprender cuando es posible, como cambiar un vidrio roto.
No obstante muchas veces sale contraproducente, al tratarse de trabajos escrupulosos, dañan otro vidrio mientras instalan el que había sido quebrado.
Cabe mencionar que los gastos para reparar estas averías difieren según la unidad de transporte y el tamaño del estrago, hay vidrios que tienen un valor desde los mil 200 pesos hasta los 3000 pesos, eso sin contar la mano de obra cuando es requerida.