Balleza, Parral, Jiménez y Guachochi están en los primeros cuatro lugares con más incidencia en hechos de suicidio, al registrar hasta nueve casos entre los meses de enero a septiembre de este año; en base a información estadística de la Fiscalía General del Estado zona sur, se indica en el mismo lapso que en la ciudad van nueve suicidios y 27 intentos a causa principalmente de la ingesta de medicamentos.
Un total de 49 suicidios se han consumado de enero a la fecha en la región sur de nuestro estado; cifra que ha aumentado en tres en comparación a estadísticas del mismo periodo pero de 2019.
Según información otorgada por la vocera de la Fiscalía General del Estado zona sur, Carmen Portillo, la ciudad de Balleza está en el primer lugar nivel región sur con mayor índice de suicidios con 12; seguido de Parral, Guachochi y Jiménez con nueve cada uno; Guadalupe y Calvo con 4; Batopilas 3; Allende 2 y por último Santa Bárbara con un caso.
Asimismo, indicó que fue en el mes de junio cuando más personas se quitaron la vida siendo nueve; durante los meses de enero, abril y mayo la cifra se había mantenido en siete; julio, cerró con 6; agosto, con cuatro y sólo en febrero se tuvo conocimiento de un hecho.
En lo que va del mes de septiembre se han registrado un total de tres casos; uno perteneciente a Santa Bárbara y dos a Batopilas.
En nuestra ciudad, según estadísticas de la Cruz Roja, en lo que va del año un total de 27 personas han intentado salir por la “puerta falsa”; 13 utilizando principalmente el medicamento controlado como Alprazolam. Cuatro lo han intentado cortándose las venas, siete por vías aún desconocidas y tres por suspensión, uno de ellos falleció al llegar al hospital debido a su condición de salud y uno más entró en un paro cardiaco, desconociéndose su estado actual.
En este caso, fue en julio cuando más intentos de suicidio se presentaron siendo seis; tres por medicamento, uno por corte de venas y dos sin especificar; es decir, sólo dijeron haber atentado contra su vida, pero nunca se demostró cómo.
El jefe de paramédicos de la Cruz Roja, Edgar Rubio, destacó que, en el caso de los medicamentos y por razones desconocidas, en algunos casos “son por parte de personas que quieren llamar la atención” o que están pasando por cuadros depresivos.
Indicó que lo anterior, según las experiencias vividas a lo largo de su carrera, pues le ha tocado que hay jóvenes o adultos que dicen haber tomado cierta cantidad de medicamento controlado, en intento por arrebatarse la vida.
Sin embargo, cuando son atendidos por el personal de paramédicos los signos vitales de la persona son normales cuando debería suponerse que están “graves” o en ocasiones hasta inconscientes o con somnolencia (sueño).
En cuanto a los que intentan hacerlo cortándose las venas, dijo que las heridas que presentan en su mayoría son heridas superficiales; es decir, no cortan la vena como tal, únicamente cortan algunas capas de la piel y no ponen en riesgo su vida.
No obstante, recordó que, aunque este tipo de acciones, sean sólo por llamar la atención de alguna persona o por otras causas, son signos de alerta y de no darles seguimiento continuarán intentándolo hasta que lo logren.
Pero no todos los casos son así; dijo que, lamentablemente, este año una persona ha logrado quitarse la vida –hablando de las atenciones brindadas por la Cruz Roja-, pues al llevarlo al hospital éste dejó de presentar signos vitales.
Otro de los casos que, si bien, no falleció, entró en un paro cardiaco, el cual se le generó al tomar gran cantidad de pastillas de uso controlado. “No las suficientes para quitarle la vida, pero no tan pocas para no dejarle secuelas”, dijo.
Cabe recordar que, en temas pasados, varios psicólogos de la ciudad han concordado en que los suicidios se han derivado por diferentes razones, pueden cuadros depresivos derivados del abandono de pareja o violencia familiar, la pérdida del trabajo, problemas de adicción, entre otras.
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